Me pides irradiarte mi universo,
cuando te cruzas por mi alma…
Y yo te cuento
del resplandor del riachuelo;
de las largas caminatas
y los trenes pasajeros;
del mar de fondo
y su eterna resonancia,
contenida en la espiral que somos;
de la novedad
del entonces y el quizás
y su repetición en el tiempo;
del fuego suspendido y la lluvia;
de la noche oscura y su envés de aurora;
de la rosa y el trébol;
de la canción floreciente y estrepitosa de mi humanidad;
de los torrentes etéreos y la memoria…
Ya lo ves,
el olvido y sus patrañas selectivas,
me hacen compartir, contigo,
su repercusión,
motivando mi caminar inquieto
para que complete el círculo
y empezar, de nuevo,
con su propia creación…
No hay comentarios:
Publicar un comentario