Floración

Me derrito y fundo
al remanso angelical de tu silencio,
capullo de esporas sensoriales
que, indefectible,
mora el estado de los sueños…

Arranca la vibración compatible
con el eje de la inminencia;
la eclosión retoza en el añil
de una estación de flores y estrellas…

Rompe la luz los secretos de la noche
y su hermetismo cede
al surgimiento de la vegetal mariposa…

Toda exaltación, entonces,
se vuelve pueril;
una deliciosa fracción de cielo
se hace con tu mundo
y el este de todo lo arcano
halla un nuevo rumbo en tu boca…

De repente es tan fácil discernir
el qué de las cosas;
abrirse,
cual pétalos de soles y lunas,
exacerbando el movimiento;
lo transitorio que procura
la eternidad de lo nuestro…

Sintónica

Me ronda el deseo de vestir agujeros;
posar la noche entre mis labios,
mientras te siento
queriendo amalgamar las sonrisas;
pronunciándote con ese halo cómplice
con el que me riegas el silencio…

Coquetea el ímpetu de la sincronía
con las pulsiones que te confieso,
se regodean en ti;
le cubres y amparas;
nada escapa al brillo de tu lengua,
magneto de agua
que bebe de mi carne su vaso entero…

La conjunción de frecuencias,
me vuelve fuente prodigiosa
de toda la magia y misterio
que nos completa y nos desemboca…

Saeta

Soler seducir el tacto
con el interminable parpadeo del silencio;
fijar su blanco
en la madera escurridiza de mi piel,
te hace forjador de imposibles;
abrigo de impulsos secretos
que cobran sentido en tu mirada…

Fuego argénteo,
cuyo agudeza corta los hilos de tiempo y distancia
y distingue lo instantáneo
como espacio eterno…

Punción de exactitud
que viene a vestir lo inesperado,
taladrando lo temporal
para que asome el radio de sus anillos
y se hunda en su infinito espiral…

Panorámica

Puedo decir que la lucidez te declama;
la virtud de descomponer el grisáceo paisaje,
te insufla multitud de vértices
y una poderosa poción de flashes;
atuendos calibrados,
estoicos,
que hallan la flor del silencio
y le abre sus pétalos con el rocío multicolor
de su traslúcida sangre…

Con la apetencia del vigor rondando
los jardines en desvelo,
tu lengua es río;
soplo de faro,
preparado para romper,
con su germen de luz, el aire
y desplegar su oleaje de piel…

Escénica composición de desnudez
en suelo crepitante,
acicalando el esquivo despiste del sol
que muda la noche para que seas tú
mi horizonte de arrebatados ángeles…

Aura

Me mueves el suelo;
los días;
el silencio,
me aproximan tus ondas concéntricas
e impregnas la epifanía del agua;
santificando mi aliento…

Se me cuela tu luz en el alma,
mientras me miras,
y, estremecida,
me fundo al arpegio fragante
que me sugieres…

Despunta y cunde el impacto de pieles;
se magnifica, sin decir palabra
e, implícito, se desliza,
repleto de sagaz ambición,
orillando el fogón de las esencias…

La algarabía rompe la estrechez
que hilvana la frente
y hace su aparición ese resplandor
que fluye inalterable;
su movimiento me aborda sin medida
y las siluetas luminosas me estimulan,
disipando el canto déspota de las sombras…

Graciosa y virginal,
huidiza e insolente,
con un sonsonete impecable
pone una aureola a mi costado
y se abren,
de par en par,
las ventanas celestes
que me impulsan a cruzarlas,
como soles o pájaros…

De Blanco y Negro

Como acasos pretéritos,
la imprecisión de la memoria
se escapa al tabernáculo del silencio…

La marca de un caminar efímero
difunde, entre teclas,
notas que flotan
pixeladas;
pulsos en blanco y negro
que degustan la huella de los espacios binarios…

Una gota de ámbar cuelga de la sombra;
miradas y latidos resbalan,
vistiendo claroscuros…

No sé ignorar las premisas
con las que descubro los espejos invertidos
y sus verdades más puras…

Sólo encender los espacios inconclusos
que dan cobijo a esta especie de locura…