Hialino II

Abarcada
por tus dedos subliminales,
yazgo en el aire que te da vida;
en la pausa que apura el contagio,
declarándome
tu eterna huésped;
atmósfera y oxígeno
de las aguas de tu belleza
que me toman por todas partes,
concéntrica y acústica;
fuente onírica
que afirma y ajusta a mi lengua,
su secreto más intimo…

Destripas la emoción,
dando la vuelta al latido
para dejarle sangrar
su espíritu indomable
y emerja
lo que, en verdad, soy,
el estolón en los umbrales de tu causa;
el jardín luminoso
que baila para tus ojos,
cuando te sueña del otro lado
y avanza
por la mente del sol,
quemando tu corazón de plata
de tanto amarlo…

Así voy,
encendiendo cada poro de la noche;
soltando los estruendos de este brillo
que deslizo con la idea
de coger el primer plano
de tu predilección,
recobrando el sentido
de las agujas del alma,
arrumaco de seda
al roce de la silueta silenciosa
que te proclama…

Inédito

Tu devoción más pura
es alevosía indómita
que quita de mi carne
la luz de cuarzo
y, tendida ante tus ojos,
me dejas con la vida en las manos,
chorreando morbo y penitencia,
impedida de rechazar
arder en tus aguas…

Está tomando forma
el drama del acontecer,
complotando con mi propia disidencia;
subir, a penas,
gravitando un silencio mutuo
con la apertura y resistencia
que se alza ante el tirano…

La aplicación detona, sin forzar,
la palabra
para cohabitar el instante del destello,
justo cuando varío y, lo anterior,
se vuelve atemporal
y me toma de la mano,
sin premeditación,
su espontáneo resurgimiento…

Ejecuciones Afiladas

Veo brotar estrellas en tus pupilas,
mientras me miras conducir,
drogado, el silencio;
me arrojas al calvario
de esa nada que hace
relucir la oportunidad más pura
de concederme a lo eterno;
incendiarse el vocablo
que supera el margen de logro
cuando pongo,
en tu boca, mi idioma
y, en tus manos, muero,
sin antes balancearme
en el péndulo de tu agasajo,
cuando relleno mi alma
de ese arpegio insinuante
del que
no resisto quedarme lejos
y asoma mi filamento,
desnudándome el pudor,
resonando en tu desenfado…

Tanta vida,
madurando juntos;
un estado de luz temerario,
resbalando el oxígeno que compartimos,
como cascabeles de agua
entre ondas verticales,
reverberando al unísono
o amapolas que se exaltan
cuando algo cae,
embravecido
y somos el vértigo del ave,
ante la presa y su destino…

Hendidura de Obsidiana

Diriges la luz repentina
hacia mi alma
con el énfasis de Neptuno;
me muestras
que soy el foco de tus persuasiones
más íntimas;
el impacto en la sien
que se traga tu noche
donde concluyo,
al abrigo de una piel transformadora
que sucedo,
como lo que no se puede contener…

Me ofrezco a tu toque
inmediato,
territorio enigmático
que me transporta,
alborotada,
al umbral del desafío
que me toma y especula,
como un caso sin resolver…

Sedaciones Aerostáticas

Ruedo,
súbitamente,
el cristal y lo sumerjo;
exhibo la pausa
que me acontece al sostener
todo el esplendor de tu silencio,
cuando despuntas
y despiertas mi canto sensorial…

Amanecen mil destellos florales
cuando orquestas el romance
que va a darse a mis ojos,
como rastro de humedad,
avistando tu sed de colores;
un canto liquido
tras el disparo que percuto…

Ruge el tacto de lo puro
en proximidad inevitable
y saboreo el embeleso,
bañada del equinoccio
que parte de tu aliento,
sublimación
que sacude mi ser
sin ninguna evasiva;
chasquido eléctrico
que encuentra el descontrol
irrefrenable de mi piel;
sorbo de excitación
que se desata en un magnético pulso
sin voz,
sin disimulo,
definitivo y en suspensión…

Inexistencia

Mientras tú vas,
yo vengo de vuelta;
navego las aguas dimensionales,
reconciliada con la noche,
desde un mañana que aprovecha
para pedirme más,
mientras invento la melodía de una vibración
que sabe del hábito pendular
de tu lengua…

Y qué ironía
leerme en ella;
perpetuarme tras la propagación de
esa luz enloquecida
que habla acerca de naves que no se ven,
empujándolas
sobre las flores del mar,
en cuya suavidad infinita
ondea, el alma,
su majestad
y te guía
hacia el faro esencial
por las tormentas del silencio;
elevando el pensamiento reflexivo
y, así,
recomponer la crisis del hambre,
y, en su genuina destrucción,
hallar el desdoblamiento,
como raíz divisoria,
exclusiva y redentora,
en su función de prevalecer…

Sísmico Paraje

Ese hechizo que pronuncias
me cubre de un halo grácil e insolente
y, como la carta magna,
consigue todas las respuestas
a los acertijos de mi mente
y soy
modelo acorde a tu visión de mago;
maqueta en condiciones cruciales;
bálsamo y tersura,
acaramelando la escena impúdica
donde persigo
tumbarme,
rasgar tu lengua
y comer de su carne…

Se me abalanza tu encanto
que adopta mi geometría,
como manto eterno de dulzura;
candor sedoso
que tengo para mostrarte,
sin estribo ni clausura,
como cenit de inmanencias
de estrafalario festinar…

Y no escasea la elegancia
con la que me atraes,
insoportable,
cuando matizas los silencios,
como la oscuridad que brilla
sólo porque la nombras…

Y sin tardarme,
cálida y gustosa,
servida la noche para cenar estrellas,
te abro mi abrazo secreto
para no privarme de tu boca…

Estructural

Puede que las ondas silenciosas
penetren mi diafragma
y, su fuerza migratoria,
seduzca cada intervalo
de la nervadura mineral
que me erige en tu aliento…

Puede que fuerza y dirección
den un giro fotográfico
en el reinvento de la melodía,
cuyo enfoque
acorrale la luz,
centrándose en repeler la interferencia no deseada…

Desenfundo la confusión,
dejándola expuesta,
así como todo lo que significas,
porque, aunque sufro, agotando este amor,
sé del regusto que moja tu alma
de amante destinatario…

Y al girar las páginas,
los números,
las letras,
ya no saco la cuenta de nada,
doy cuenta de que el poder de tu roce es poesía,
la punta magnética que balancea mi norte
y sumerge mi guarida en tu dimensión…

Me conviertes en el blanco
de tu azul premisa
y me encuentro perdida
en la geométrica estación
que disuelve mi fiebre de horizonte…

Tu rastro inacabable,
ostensible,
envuelve, en mis poros, el peligro
al convertirme en ese lecho
verde y rojo,
fracción sabuesa que reconoce
que se arriesga con el fin molecular
de saborear la cumbre del bombardeo cósmico…

Puño de Agua

Deambulas, envolvente,
deformando la disposición del espacio
cuando escupo lo incorrecto,
la meditación más cruda,
interviniendo
la panorámica perspectiva
que da paso
a los episodios de la música
que mantiene atrapado el sonido
de otra luz de tinta…

Tu impresión admira
esa claridad, al tacto,
y yo enloquezco, al tuyo,
mientras sustentas mi suspiro encarnado,
ese temblor en mi aliento,
un tipo de sacrificio puro,
sin medida,
cuyo martirio te declaro…

Aturdes el impedimento
de tener que bracear,
ocultando el rostro
desprovisto de su encaje…

Y te dejo saberme,
hasta introducirte
entre los torsos flotantes
que van mutilando el extrarradio…

Complicidades II

Me extiendo por tu realidad
con una maniobra
que araña lo limítrofe
y cuya potencia de verbos,
va hundiendo los intervalos
que consiguen distraerte de la norma,
mirándome más…

El ronroneo coronario
de una nueva forma de respirar,
chorrea por las laderas de mi piel,
manteniendo el alto efecto
de esta droga intelectual
con la que avanzo tu corriente
y patino la superficie brillosa,
como medio de traspaso
de su ritmo y nitidez…

Mueves el drama con la lengua,
derritiendo los diamantes
sobre un lecho de humedad
y el sonido lento de tus manos
va modelando
la figura de una luz futurista;
la locura de abrazar las formas más llamativas,
en floración
envolvente,
el concepto, en sí mismo, del despliegue…

Sin despegar los pies del cielo,
abandonando todo lo conocido
y en sostenible apogeo,
te accedo
y abanico, con artesanía verbal,
los atuendos vibratorios,
aterrizándolos sobre un silencio
que va lograr que algo suceda
de todos modos…

Creatividad Excitante III

Ha de ser tu lengua
la que me sopla desde arriba,
su magia cautivadora;
causante de toda esta irreverencia
que burla la observación
que me limita,
mientras hago la prueba,
sin entender,
que te dejas invadir,
como galería de agua…

Despertar en tu mente
es tenderse en las formas de la aurora;
sentirla temblar,
armoniosa,
como un bucle de geometrías,
cuya luz lisérgica agrava
la penetración de la noche…

Un baño de tu resplandor,
suscita un estado espiritual elevado
en el que puedo leer,
entre rachas de placidez,
el dolor más dulce
de volver,
acaudalados,
los silencios que rehúsen
desprenderme de tu lado…

Sulfuro

Despierta el deseo,
empecinado,
como el alma de un cráter,
desempolvando su oscuridad
entre mareas ardientes
y ráfagas de impulsividad…

Te dejo descifrar
qué tan lejos del suelo
es de donde extraigo el aire
para atrapar
tu voz seductora,
cuando me abro en tu boca
y me llamas suicida
o excavo el yacimiento
que oculto en mi lengua,
sólo para propiciar la melodía
de los cuerpos entrecruzados,
hallando
su mineral de estrellas
cohesionado
al pulso sangriento de la sombra;
el brillo de las deidades que nos habitan
o el eco de los amantes,
desprendiéndose todas las vidas
al probar la muerte por amor…

Emanado de la afinidad
que nos envuelve,
un dulce resplandor,
escarba el poniente
y, en su túnel giratorio,
late lo inexplorado,
aguzando el sueño regresivo,
posteridad, prosperando en su retoño…

Húmeda Iridiscencia

Sumida en la ingravidez
de sentir
los relieves de tu voluntad,
resbalándome,
sus encajes, diluviando
satisfacción,
como un fulgor de terciopelo,
me reclino sobre cada flexión,
que reúnes con la piel,
saturada de libertad…

Y emergida de tu lengua,
mi sensualidad,
vierto, dichosa, su rezo…

La fiebre, corriendo plateada
por el rastro de tu verbo;
divina prosa
elevada al tono mayor,
derrochando, categórica,
su inclinación a enloquecer,
sólo puede verme
con la sombra perlada…

Suplicante e hiriente,
aflora mi alma
completa ante tus ojos
y se te escapa de ellos
la condición
que agiganta la brizna cerebral
que envuelve los días de mi poesía…

Milimétrico lapso
que alcanza la maravilla del desborde,
sin perder su capacidad
de pender,
imprevisible,
mientras zarpo hasta tu boca,
deslizando la curva que me expone
a una irremediable zozobra…

Sexual Centelleo

Tan dulce, como lo eres,
taladras la visión del riesgo;
tiendes a componer,
de la nada,
el papel que me das
en la escena atrevida de tu silencio…

Traduces la cantidad exacta
de desconocimiento,
sin serlo a cada instante;
aprisionas el nervio
para recrear el carisma de tus alas
ante el desarrollo
de mis parajes de ensueño…

Me capturas y hago alarde
de que hallas lo que osa terminar
en estruendo,
te siento por todas partes,
recolectando elementos
para disuadirme
de abrir,
sin temer,
la tensión de mi cuerda;
porque te canto la impresión
que sigue erguida contra tu carne…

Tuerzo el timón a estribor
y me raes las velas
en un tira y afloja
que, desde luego,
incursiona el impulso temerario
de un corazón que se desvanece
de tanto amor…

Y sé que te doy hambre y sed de justicia,
mientras suenan las sirenas
entre las colosales mareas
que originan el abuso de poder,
sin tregua
alzándose la bandera impía…

Provisión Procaz

Reanudo la marcha al lugar
donde descubro el fuego límbico,
atándote al deseo de saberme
el distintivo
que ampara el tenor de la carne,
cuando realizas el acuse de recibo
de mi silencio…

Las alas cruzan la realidad
que nos mantiene unidos
al mismo instante;
a la preciosa luz que se tiende
en tus labios
para duplicar su efecto
y calibrar lo desafiante de concedernos
a diario…

La fértil caricia,
de donde vengo,
es la flora del alba;
hipotermia sin espinas,
donde me preparo
para encender tu divino pecado;
fundirme a su calor
y volverme de agua…

Claridad acústica sin otra dirección
que lo soñado,
deleitándote, en masa,
con el veneno que nos transita,
mano a mano…

Accidental

Serpentean los colores
por las corrientes misteriosas
que atraviesan mi introspección,
mientras contemplo,
cómo se revela el rostro del deseo
en tus paños de agua…

Gota a gota, sangra tu sol
su cielo abierto
y reviste la dulzura espontánea,
respirando, mutuamente,
lo impoluto del aire;
el estrépito de luz
que amasa lo imponderable
de tenernos el uno al otro…

Que maravilloso coincidir
con tu flujo temerario
y expandirme,
hasta palpar el verbo incógnito,
como tu intención
más entrañable;
sentir mojarse el silencio
hasta librar, del sueño,
la batalla
en que la derrota,
es un fuego que importuno
con núbil interacción;
con las páginas de una historia
donde me descubro en la cúspide del amor…

Arritmias

Se arrima a esos dos cristales
una luz recién nacida
que procede del morfema
que me señala tu contacto;
la fortaleza que cuida
el alto impacto del comienzo
y que encamina, impaciente,
tu recorrido por mis labios…

Causante del delirio
que me acaba,
te asumo,
como piedad sin juicio
y ante el ataque
drástico y enfático de tu noche,
cuya eficacia dispone permearme
con su lengua seductora,
sucumbo a su toque…

Al desplazarte por mi instinto
pareces desafiar todas las corrientes;
moler leyes obsoletas
que componen la repercusión
de viento y espora;
estupor, resoplando un revuelo
que apura, prominente, la evidencia…

Y sonríe el despecho,
mientras te impones con cada palabra
en armonía ascendente;
me haces brillar,
como prioridad persecutoria
en el acto…

Las ciudades altas interrogan al púrpura
que cae detrás del sol,
como un presagio de estrellas
o un desliz, acuartelando el azul oscuro,
cuando desnudo y tenso el corazón,
una vez que te haces de mi latitud más perversa…

Cábala

Te apropias, literalmente,
de lo que digo en silencio;
vas ejerciendo dominio;
ocurriendo,
mientras decides internarte
más adentro,
en la presunción del beneficio,
como ánima en desamparo…

Como un deja vu,
tu amnesia comprueba mi imagen
situada a tu lado,
después de arrojarte
en un salto de fe,
suponiendo
que lo que está escrito en mi aire
se mueve con el tuyo,
como fúlgido amuleto,
hurgando la proyecciones de ser
una posibilidad real…

El universo nos mira
colapsado de incomprensión
y, en honor a la verdad,
somos su academia de luz;
la cátedra osmótica que imparte
la levedad de un ojo mágico,
rozando la superstición…

Paradigma

Te escribe mi luz sonámbula,
accediendo a los baúles del insomnio,
mientras la noche se pierde en tus ojos,
ingenua,
extrayendo, del manto zafírico,
lo más hondo de tu fuego…

Ensañándose contra mis labios,
soy devorada por el brillo mágico
que abrasa este silencio
que me hace vibrar,
cubierta de tus ganas;
señalamiento,
riel serpenteante
que permanece prendido
al viaje hacia tu pecho…

Me das tanto
que no me cabe tanta voz en la lengua,
manantial herido
que te nombra sortilegio…

La locura gotea,
como cruel deseo que me aborda
con demasiadas intenciones
afines, la razón,
como una toma de corriente
que, en la apoteosis, define
su propia saturación…

Ritual de Luz

Nazco
con la condena a cuestas;
sentenciada para siempre,
maldita
y tú
me aspiras devorar,
tendiéndome una trampa útil;
convirtiendo mi pena en el estimulo
para suscitar tus bajos instintos…

Acorralada por tus ojos claros,
que irrumpen
con su plan de ataque
en sincronización mortal,
suspiro…

Y rota mi piel
por las líneas de tu mano,
anomalía trascendental
que se registra en mi sistema,
mientras hago una oda a tu lengua
de fuego incontenible
para hacer estallar los enlaces
que me limitan…

Los colmillos voraces de tu noche
me piden ser autora
de su ritual hedonista
y maúllo sobre la cornisa,
cuando,
arrancando el sueño saturnal
con las uñas;
me despojas de la vista
y contemplo el instante último
de vivir un sueño contigo
y prolongarlo de por vida,
abrazando la fuga del aire
con una transferencia vocal,
cuya luz en pausa
nos vuelve inmortales…

Armagedón

Hay una provocación en cada palabra
que sostiene la forma de comunicarme
tu juego temerario,
disruptivo,
que va pretendiendo ahogarme
de su exceso;
herir la luz que me habita
con un alfabeto que amplía sus grafemas
al ritmo de la plenitud
que engranas con tu saliva…

Nado el umbral de tus colores
hipersensitivos
y percibo
que una espiral fragante
está inundándome, entera,
de tu noche copulatoria…

Irrevocable, tu reacción
a mi seducción,
te compenetra
y lame de tu voz el sustento
que activa la pluma salvaje
y despista la sombra
en un hábitat de trascendencia…

En boca de todo
me halla tu lengua,
lo que me hace concretarte
en la escena calamitosa
que representas…

Creatividad Excitante II

Es tu palabra
similitud de una noche constelada;
poción curativa,
formidable,
sistemática
que arrasa con las sombras,
minando las ganas de acabar conmigo
metida en tu sueño…

Emites un silencio
que mantiene los hilos atados
y puedo
saborear tu intelecto,
quedarme del lado
en el que el corazón de mi rosa
no es sólo verso,
sino poema inmortal…

Juras
dejarte caer en mi boca;
cederme tu lengua y su delito
y al cumplir, a cabalidad, el instante,
se derrite el firmamento,
frenéticamente,
como el indicio más claro
de que te apreso y me apresas
al comparecer ante los astros,
presentándole
un botín excepcional…

Y es que me atraen tus ojos,
la carne de su efecto,
flama y aguacero;
fruto divino, catando mi piel;
ave fantástica, cruzando lo que siento,
impulsando la suspensión, dentro de sí,
de lo que me sabe
ardid,
mártir,
emperatriz,
saciando la sed de las posturas incidentales
que, por montones,
mis aguas vivas tienen para ti…

Intrusión Crucial

Dado el descaro
con el que me cubre tu voz,
atrapándome
y embarcándome
en su galaxia incontrolable,
estimo que revistes
la naturaleza del agua,
salvaje,
en su pleamar o marisma;
la fuerza de atracción
del sol o la luna,
porque me da caza tu carisma
y su capricho infartante
me estimula;
su gas,
aglutina mis escombros
y siento que mi devoción
mitiga la sentencia,
anillando la transformación
en un intercambio de polaridades
que acaba con los relieves
bajo el roce completo
de tu lengua…

Arquitecto de los mundos
que sustentan mi espíritu aventurero,
barriendo, con tu encanto,
las zonas donde sostengo lo más frágil…

Contenta me asumo mártir
en la misión de
calcular la ecuación del silencio;
hallar el solvente secreto
para dar marcha la explosión vital
donde te encuentro…

Irrepresible Astronomía

Me toman tus mareas visuales,
energizando la maniobra
que favorece
el clima satelital,
proyectando un borbotón de placer y vida,
cuya luz imparable
va doblando el punto de vista
que aspira colonizarme la mente…

La recurrencia de tu postura
que pretende incurrir
en un goteo memorable,
hace que descubra
la lógica,
meditabunda,
espiritual;
el número, apareciendo
desde el fondo del abismo,
recuperando la raíz de mi oscuridad,
diamante de la noche
que saca a flote la carga de poder
que inunda tu lengua
derretida, de golpe,
de sentirnos piel a piel…

Fascinación Comprometida

Enfocada en
allanar tu espacio;
excitar la idea que te ronda, eterna,
detrás de los ojos,
voy prendiéndote a mi propio sentido
ambulante,
cuyas lecciones de atropello,
estocástico,
van repartiéndome, en ellos,
como peripecia detonante
del descalabro…

El bravío instante de la ruina
es luz acabada,
dándose, al nacer,
de nuevo,
a mi siguiente paso,
enredada en un orgasmo de savia;
importando el llanto rojo de los pétalos,
como poesía…

Y, al ir rodando en tus brazos nebulosos,
el estupor irremediable
de no sólo pasar,
sino efectuar el cambio
en la evolución infinita,
clasifica los anuncios del sol,
dando cabida a mi
siempre instinto de retorno…

Constataciones en O

Te beben las estrellas;
las emborrachas
con tan sólo, jugar
a contarlas
a encontrarme en cada una de ellas,
como patrón absoluto
de tu caleidoscopio…

Transito tu flujo parpadeante
y, sin hallar explicación alguna,
tu circunferencia
succiona,
con su rango caótico,
exploratorio,
mi atención más desafiante…

Un torrente de piel
de luz entera,
me resbala para verme suceder
a la vuelta del desastre;
desplegándose sobre mí
a través de una melodía desgarradora,
erosionándome el silencio
con el agua sideral de tus ojos…

Y es que mueves a gusto el aire
en un ir y venir, escandaloso,
cuyo alcance ni imaginas…

Estás levantando las sombras,
provocando mi verso salvaje
y, mareada,
ondeando las alas,
ahora que me elevo,
termino siendo,
humeante poesía
en el cántaro de tu verbo…

Místico Enlace

Me llevas y traes contigo;
asimilo tu rapto,
desesperadamente,
mientras dispensas un desenfreno
que me hace suspirar,
sintiéndome
amada hasta los huesos…

Transito tu fuego copioso,
volviéndose
parte de mi ser;
energía elemental,
batiéndose
con el mágico color del silencio
en los enclaves
que se intercalan en la realidad
que concito,
cuando me tomo de tu piel
y crece el aleteo pasional
que impulsa ese espacio infinito
hasta lo que pienso y sueño…

Atada a tu órbita secreta,
hago del plano mental
mi habilidad de puente rotatorio
que asciende
en su áurico papel,
consecuente,
de llevarte, conmigo,
de este universo a otro…

Sordidez

Cabe sostener
que, entre tus letras, aparezco
y venero la oportunidad
de tu amenaza;
de conjugar las tormentas
en las llanuras cerebrales,
como gesto de adaptación,
adjudicándome la chance
de tu cálida nebulosa,
cuando muto
y trasmuto
y, del bullicio anclado,
me desprendes…

Enciendes la boca del iris
de todos los dioses que encarno,
inseparable
y, ascendente, la espiral,
va dando luz verde
para mostrarte todas las locuras
que te hacen protagonista,
sin reemplazante,
de lo que sueño…

Y es que,
mayormente, abogo
por la desintegración de lo sensato;
por contentar los lazos sinápticos
con los que te exhorto
a que te rindas
a mi lengua
y me declames…

Fulgores Revolucionarios

Cruje el carmín,
a pie de página,
rebosante de nomenclaturas
y tu haz rodante
lo va detectando con la más alta
intención de conectarse
con tu silabario…

La dificultad se constituye
inofensiva
para que, por fin,
toda acción,
se apiade de mi alma,
mientras me anuncia, su tacto,
tu fonética modular…

Contengo la energía de los volcanes
para electrizar las alturas,
revolviendo el aire
con la luz en las nubes
y afrontar
que no hay nadie más que tú
en mi cabeza…

Sale de mi lengua
la mitad de los colores,
sin que me abrume,
para pronto acabar de vaciar
el espectro en las inhibiciones embravecidas
que ven germinar la flor del ángel
en los jardines comunes;
manjares varios,
saboreando cada sensación expuesta
hacia el interior…

Sigues profanando mis grutas
con tu intensidad caleidoscópica,
perforando,
atroz,
la cosecha intempestiva de mi mente;
cuya plenitud se asegura
confiscar el alteridad
que nos entreteje…

Consumos Inapagables

Te miro
y hago contacto con tu alma;
la palpo en su vibración más pura,
cuando sucede la magia
y conviertes mi laberinto
en la ruta consciente de tus luciérnagas;
sus centelleos
nutren de oxígeno mi balance,
mientras haces crecer
la luz afectiva,
la flora de mi lengua,
como extensión de tu latido,
pulsando mi frente
en el arbitraje para convenir
en que somos música de un planeta
que logra amparar la euritmia temprana del infinito…

Pulpa de toda arrogancia
que sostiene esta atracción psíquica,
volviéndose
amparo de mis alas;
pálpito de mi pluma,
cuyo fuego atraviesa la tierra que soy,
escudando el flujo impetuoso
de mi cuerpo
en posición de vuelo,
cuando despunta tu intención…

Solícita Mención

Con un puñado de violines,
tu luz espléndida,
andante,
incombustible,
improvisa ese silencio,
que sugiere consonancia
y te hace palparme desnuda
por saberme proclive a su efecto…

Tu cuerpo atraviesa la penumbra
y lo llevas a mi paladar,
enrollando el sabor de la agonía
con tonos vibrantes,
deslizándome por una espiral de sensaciones,
cuyo eléctrico atropello, a la vena,
me envuelve en ti,
tallando en el pliegue, mi sonrisa…

Ardiente, como la noche
vas penetrando la habitación del milagro
que sostiene el descalabro
que le propinas a mi astucia
al ser distribuida,
sin renuncia,
entre ojos, dedos y lengua,
sacudiéndose la hora sangrante…

Te ingiero e infiero
el segmento transversal;
la adversidad, derritiéndose,
azotada por la ventaja
de sabernos amantes,
excursionistas de la eternidad…

Excelencias Versátiles

Miro
las aguas de mi fortuna;
la abrumadora lucidez
que me hace
encadenar colores;
detallar la forma de las burbujas,
con tal sutileza,
como rimando el amanecer
de la noche,
cuando me hurgas el silencio,
sembrando mil tentaciones con los ojos…

Florezco,
arrebolada;
en una mezcla psíquica
entre luz y sombra,
tallando el alma con la lengua,
arresto astronómico
que te vuelve armonía de plata,
escénica y melancólica,
erizando mis sentidos…

Perplejidad que frecuenta los instantes
que hallan fundido a tu cuello
mi vocabulario,
cuando el mundo parece alcanzar la victoria
sólo por contemplarnos juntos,
tal vez intercambiando
gigantescas reacciones
que nos enroscan en una espiral de fantasía…

Y sientes que estoy,
lo siento;
sabes que soy,
siendo contigo
un sol tan adentro,
zambullido en sensaciones;
el mismo paladar
mojado de una lírica que siembra paraísos;
la más bella prisión
del verbo y su accionar…

Tormento Áurico

De tono cambiante,
a tu contacto,
transgrede mi ánimo
tu perfil dinámico
amorfo,
y mi voz se manifiesta,
porque donde soy tiene tus ojos,
como entrante y saliente
frase inspirada…

La luz te ama y soy seguidora
de sus hábitos
de saber lo que no sé,
de respirarte, encandilada
e, indecorosa,
defender la consecuencia
de su provocación…

Los cuerpos son todo vapor,
absorbiendo bloques de urgencia;
nutriendo excentricidades
para atravesar lo indeterminado
de los planos profanos
que condensan la energía
entre vértigo y vigor…

Me cierra la boca el diluvio, sonriendo;
la implacable fantasía
que se esconde en el movimiento jugoso,
como glosa de lo impredecible
que penetra la belleza más pura,
brillando en un ventarrón
indiscutible de gozo,
ferocidad angelical,
algo inquietante,
de la cual no voy a salirme…

Creatividad Excitante

Estoy bebiendo visiones
presuntas
que me untan del derroche incontrolable
que me aparta de lo dado
y me apunta
todos los significados,
mientras floto a ras de lo que da nombre
a tu enigma…

Una especie de revoloteo,
oculto en el agua de lo que me mira;
la actividad parpadeante,
tendiente a dominar el entorno
y aplastar lo que sé,
hasta obtener la luz cinética
del rayo que envuelve mi sabiduría…

A través de tu lengua,
me enseñas el señuelo de tu orgullo,
siendo capaz de decir sin decir,
repentino,
potencial peligro
que intuyo,
acechando desde el aire,
con su voz de ángel,
turismo al choque…

Me recuperas del silencio
y, ante la opción que me propones,
de quedarme entre tus labios,
no hay donde perderse…

Soy un alma sin otro paraje
que tu cósmica vertiente;
adicción con un volumen en blanco
que personifica el coraje,
perfectamente…

Rumor Escarlata

Tu lengua sabrosa,
tan pulcra,
encierra el misterio de la franqueza
que arrasa con mi modo
de huir, contigo, desesperada,
mientras me tomas entera
y, sin lugar a dudas,
el robo del horizonte se queda corto,
tras el golpe de gracia
con el que te adjudicas mi admiración…

Asimismo,
con la difusión de mi plan fallido,
constatas lo dedicada
y enteramente sensacional
de la idea de convertir lo imaginado
en realidad,
haciendo, atractiva,
la filarmónica de un silencio
que me lleva a despertar en tus brazos…

Inclusive lo consigues
sobre la marcha;
sólo por detectar lo irrenunciable
que me encuentra mareada de nubes,
cuyo arrebol es turbina y aspa,
coloración sonora
que engulle y tritura el ocaso…

Majestuoso resplandor
que me hace distinguir lo avezado del alma
en su afán de enjoyar lo que toca;
este rubor que exhibo
dopado,
adicta al fantástico efecto
que te hace irremediable,
desestima sacarte de lo que siento,
hundiéndome más adentro,
todavía
cuando me asignas la dosis
nefasta
y todo marcha según lo previsto…

Placer Eufórico

Despojada del acuerdo
con la realidad,
corro hacia tus brazos,
mientras sostengo el alarido de la dicha;
exiliada por el delito
de fantasear con el peligro
que me significas…

Tu poder infinito
me ha atrapado
entre atuendos angelicales;
en la cuenta regresiva
hacia el final más esperado…

Tus ojos se tragan mi humanidad
y al entrar en su distractivo sustento,
puedo retratar
un flujo insuperable de extrañeza…

Las plumas de mi voz te cortejan
y de tu pecho
un gorjeo azul eléctrico
viene a saciarme de tu éxtasis,
encumbrándome en un vuelo formidable…

Logras sacudirme
con la suave imprudencia
de una columna de aire,
cuya danza hechicera,
indómita,
está destinada a capturarme…

Fulguración Empírea

Ante la atracción irresistible
que se origina desde tu lengua,
resbalo la metáfora
con todo lo que encuentro
y aún, tardío, se pronuncia lo sensato…

Envuelta por el iris del cosmos,
mundana
acato el argumento lascivo,
victima siniestrada por la fidelidad
del exacto silencio
que optimiza la percepción del arte…

Nadie escapa
a la curva depreciativa
que modula cada instante,
pero, al siguiente,
sigo tocando tu aliento;
sorteando un alcance indeterminado
donde sólo dejo que la magia interactúe,
persistente,
con lo que siento,
dejándole el resto a tus labios…

Quizá no exista otra luz
a la que confíe toda mi oscuridad
ni movimiento que
potencie mis átomos
y haga vibrar esta forma
de profundidad emergente
que sólo reacciona a tu trato…

Ágata

Cada silaba te acomoda
en el ejercicio de mi lengua,
como erosión alucinante
que va tallando el temblor
que corre,
sanguíneo,
cuando me riega tu aire
y soy reflejo de lo que sueñas …

Con su impertinencia
batallando,
sólo queda dejar al descubierto
el rastro insólito,
atípico,
de tu piel sudando brillo,
mientras avanzo la misma sensación
al quedarte dentro,
porque me muevo al son
de tus dedos musicales,
pisando el oxigeno,
apetecida por tu boca
que explota la justificación
que no dimite…

Ciudadano de lo inexorable,
atravesando todas mis formas;
capricho metálico,
escapándose por mis suspiros…

Compenetrados,
me vuelvo un estigma privado,
ulterior
que enfatizo
en el silencio de tocarte
sin ninguna condición ni límite…

Luz Escultural

Penetras lo invisible de mi oscuridad
para verme nacer de tu efluvio;
vivenciar que hay más de mí
en este viaje eterno
por tus manos;
por tu piel repentina
que tantea el músculo del aire,
mientras te inhalo y me llenas,
sin moderación…

Me sacas de los atuendos carnales
para vestirme con tu voz,
esculpiéndome en su iridiscencia;
me creas
para quitarte de los ojos el frenesí
y empaparme de su vibración infinita,
insultando mi inteligencia,
declarándote
como lo que no logro discernir…

Exultas cada instante
al erigir, con la lengua, la arquitectura
que provoca
la compulsión de mi obsesión
y todas mis manías
de belleza, equilibrio y esbeltez…

Me haces flotar,
a la vez, que me evaporo
y te hago mío al respirarme
para que, con razón,
me adjudiques el título
de vengadora de todo lo vulnerable…

Tributo y Gracia

Me voy directo a tu lengua,
sedienta del sabio zumo
que dejas escapar,
interminable,
mientras emites la frecuencia
que enciende mi devoción…

Imposible descartar la persecución
de su rumbo;
no predecirme en la torsión del nervio
y, más tarde, la agitación
del perverso instante
de hallarme presa de su magnetismo más puro…

Te doy crédito,
adalid de exótico lirismo
y me sumerjo en el labio emergente
para morir pegada a ti,
como a la nube, el arrebol…

Me atrevo
a tomar, de la noche, todo;
suplir lo efímero
por lo eterno
con el rubor ecuánime
que reconoce,
frente y espalda del rastro tortuoso
que atenta contra mi carne…

Indescifrable Correlación

Acudes, raudo,
en desvarío,
oculto en las elegancias espontáneas
que sólo hablan de tu prominencia;
soy el hallazgo de tu curiosidad;
la más honda consecuencia
de lo que te propones
y, suspendida en sensaciones;
en el vientre de tus aguas talentosas
donde gestas lo infinito,
como estrella fugaz
en el cumplimiento de los sueños
de todos mis ángeles, te digo…

Mátame con tu lengua exquisita;
disipa toda especulación
que no pretenda satisfacerte;
desafíame a perderte;
procura dejarme sin opciones,
coqueteándome
tallándome, por dentro, tu nombre
con furor contiguo…

Piloto de mi vuelo,
red inteligente de comunicación
que desbarata mi plusvalía
histórica en ti,
apresa este delirio
que consolida
la vocalización de una fábula tormentosa
de principio a fin…

Rugido Condenatorio

Con la magia en los ojos
y el atrevimiento desbordándose
por tu lengua,
remonto tu encanto,
ahogándome de su rutilar…

Me amontono,
como pecado capital;
empecinada en
increparte
con un dejo de miel
y entusiasmarte el paladar
con la intrepidez que me despiertas…

Coartar lo que me hace distanciar
del abismo escurridizo de tu cuerpo
e involucrarte
en este batir de pestañas
que se pasa de la raya
para engatusar tu revoltosa filosofía…

Mis bosquejos sólo llevan tu nombre
y es un mero trámite,
autenticar los regateos,
porque esta terrible fiebre
que engrana la noche
al donarme, sabiamente,
tus predilecciones,
me hace lamer tu oscuridad,
haciendo olas con el magnetismo…

Y, sin discordar,
la cubierta de tus vibraciones,
como anamórfica impresión,
provoca,
sin detener,
el vértigo consensuado
de varar en el hambre pasional,
chispero del desastre,
expulsando las ganas de sostener
la orgánica de la divinidad…

Fuegos Astrales

Consigues incendiar la noche
a la luz de un vapor mágico y sensorial,
enredándome en su oleaje;
compacidad
que se declara con atrevimiento,
una especie de comunicación,
difundiéndose,
ilegal,
por los canales de mi universo…

Al cuajar el deseo
y volverlo esponjoso,
te vas incorporando
al acto con el que te llevas mi calma
y me lleva tu lengua
al énfasis boreal,
sin enmascarar la epopeya…

Me hundo hasta el fondo
en la sensación de complacencia,
siempre impresionada,
de que me hagas moverme
por la gala proverbial
de pertenecerte
con el simple hecho de provocarla…