viernes, 15 de marzo de 2024

Hibris

Sé que te gusta mi lengua,
creciendo, 
exultante,
insospechada,
arrastrando el tiempo del verso vivo
que te lanzo,
mientras sacudes la insinuación
que me sueña
bajo el espléndido efecto sináptico
con el que contribuye su piel 
con motivo de tu alcance...

Tu mirada me saborea;
me hace caer 
en la red energética 
que funde calor y desenfreno,
consecuencia de tensar 
el aire, el nervio
la luz, la contorsión,
cualidad del arrebato
que lidera la seducción huracanada,
explicitación del arte 
de sostener las medidas desesperadas
y salir triunfante...

Se abstrae la habitación
cuando me acaparas
con un vigor desmesurado
que no sacia de explorarme,
su generación,
desde la novedad fluida
al explotar el delirio,
se traga tus imprudencias,
dinamismo que revienta,
como tatuajes de agua
dentro de mi boca...

Sacudo los impulsos,
brillantes de ilusion
y me doy cuenta
que siendo en ti
soy una sola,
sintiendo latir tu ser convulsionado,
flotando 
en la extensión sinfónica
de las siluetas;
en el mullido lecho de la inexactitud
que las torna perfectas...