Significancia

Entre tus dedos descansa
un arsenal de esquirlas celestes,
en alerta de brillos;
un presagio que dispone para mí
tu piel de agua…

El disfrute de las notas extraviadas
arde al filo de tu silencio,
mientras suscitas los vaivenes
en los que te percibo fulgurando;
tendido en un solaz eterno…

Te asomas a mis labios
y los carros de tu poesía me estremecen;
centelleantes,
encuentran mi parpadeo acelerado;
la respiración brincando
de luz a luz,
mientras cruzas la corriente de aire
en la que he mutado…

Aumenta la solución alquímica
que funde nuestros pilares
y desvanecemos
en un giro transitorio
cuya virtud es desprendernos del traje
que nos hace foráneos del infinito,
reencauzando lo inherente
que riega, siempre, nuestro espíritu…

Manantial Perenne

Es tu silencio naciente mineral
que borbotea en mi garganta,
mientras su desnudez sin recato
exhorta el testimonio dinámico
y constante de lo virgen…

Me trastorna la claridad que te envuelve
y vuelvo a caer en tu plasma invencible
que me incide e induce el despertar del alma,
derramándome en tu anatomía…

Me recorres y te siento,
moviéndote, dulce,
en merodeo de vigía…

Legitimas con tu gracia
todo impulso que sostiene la combinación
que nos hace reflejo único del cosmos;
armónico arrebol,
abordando, con audacia, el postrero instante;
forjando lo interdimensional
de nuestro mundo, pleno de contrastes…

Párrafos Dorados

Sé del firme peregrinar que te circunda,
longitudes que ondean y apuntan,
buscando el sello de tu carne,
ribera fecunda para minar lo esquivo…

El canto de la tierra enfila tus caminos,
mientras la piedra esboza
el eco metalizado del agua;
la parte que desconoce la huida
y marca la arista que te pronuncia
en sus páginas de arena…

Hay una promesa que vislumbra
el revés de la sombra,
donde se estremece el indómito instante del silencio;
la sincronía ruborosa
que hace estremecer el aire…

Se escribe, entonces,
en el alma, su infinito alcance;
el sigilo y levedad de su génesis
se transforma en fuente de pureza,
cuyo flujo transitorio atemporal me sostiene,
con fuerza,
hasta que cambia de color su constante
y reinicio desde el fondo, sin reserva…

Ímpetu

Un surtido de claridades me embiste
en medio de tu abrazo
y desnuda el afán
que me constata estremecida,
víctima subversiva de tu silencio…

Se desperezan los impulsos
con rauda exquisitez
y me esparzo,
como esencia pura
a través del palpitar del viento…

Te enredo a mi fuego;
me muevo;
no resisto embriagarme de tu tacto
y sumergida en un corpóreo mantra
alcanzo la luz que brota de tu piel,
embebida de mí…

Tan ferviente sensación,
prende un rubí a mi boca;
un suspiro rojo que estría el espacio,
filtrando todas las sombras…

Torsión Infinita

Me tomas del silencio;
le ciñes al vértigo que se ondula
en suelo helicoidal,
volviéndose manifestación
de toda forma de piel…

Te me incrustas en el aire;
me fundes a tu desnudez,
péndulo medular
a partir de la cual
tus alfanjes dorados me adhieren
a la radiografía del sueño…

Surjo de tus ansias
y no separo de mi boca su pureza;
fructuoso arrabal
que rompe las claraboyas,
elevándome más allá del firmamento…

Consigo pernoctar
a la intemperie de tu lengua;
me traspasas;
me abres la osadía,
cuyas líneas indómitas
te escriben en el alma sus secretos…

Se arquea el tiempo y sin tensión,
repleto el cuerpo, sin sombras,
con tu eterna vibración…

Votiva

Continuamente me balancea
el dibujo aromático que mana de tu hondura,
como una figura de humo,
purificándome;
consiguiendo hacer crecer destellos
en mi interior…

Se encarama tu lengua, en flor,
por las alturas solemnes
que me poseen
cuando tu hipnosis se vuelve roce clandestino;
corriente que nace y desemboca
en una tormenta de soles en mi piel…

Gentiles tus fieras retozan
en el despertar del aullido que cobija
la vorágine de luz;
el hambre del ruego,
cuyo hervidero precipita,
como pan sagrado…

El valeroso vitral de mi templo
arde cuando despierta el altar
de la noche infinita,
azuzándonos…