Consecuciones

A medida que te acercas,
tu figura me deja expuesta;
exhausta de brillo y magia
ante una noche de lunares parpadeantes…

Nado a tu encuentro
a través de este lecho de plata,
cuya resistencia va ubicándome,
plena de impulso…

Esta desnudez inmolada;
rodeada por el lugar de tu concentración;
bajo el amparo del acento esdrújulo
de tu corazón de artista,
me confina al despertar de la conciencia…

Desde el más profundo sinfín,
la refinación del pálpito
convierte en radar, la flor secreta;
cristaliza la luz cantada
del campanario de nuestros templos,
batiéndose contra la exposición
del espacio en trémulos colores;
las compresiones resuenan
y, molesto, el tiempo,
deja que persista la estirpe cósmica,
táctica que nos toca la lengua
para que resurja,
abundante,
sin ayuda,
su tutelar naturaleza…

Cláusulas de Fuego

Llueve mi rosa su aroma de peces románticos
que nadan por el aire,
hasta cubrir tu cuerpo,
gozando la gloria de aletargar
el instante del banquete supremo…

Tus ojos resplandeciendo;
reprendiendo al tiempo
con tus líneas doradas,
me hacen ser,
sobre el filo de tu lengua,
pacto indulgente;
conjunción que alcanza la ingravidez…

Tu atmósfera poética
cambia el clima y presiente
el revuelo del espacio
por sus melodías de vapor,
al parir relámpagos;
cosecha de brillo,
tumbándose, con tanto amor,
sobre el lío en las filas de engarce…

Nada más provocador que tu encanto,
en él enciendo mis luces interiores
y floto en la dulzura beligerante
que lo sostiene…

Mi oscuridad arde,
mientras me resumen tus dedos
con ese ceremonioso atropello
que sofoca la tensión de la luz indefensa
y cincela el halago del silencio…

Aguas Cósmicas

La burbuja enloquecida
brinca por encima de una luz que hierve
al soplo de tu lengua…

La crecida de tus ojos
fertiliza mi artística ribera
y respiro la diversidad,
mecida por tus pestañas,
mientras descubres la estirpe subterránea
que me concentra…

Iluminas mi piel
y puedo entrever el voraz deslizamiento
de tu labranza,
cuando conversan los silencios
y todo crece,
reconfortante;
la zona dramática florece,
confrontando los extremos
en un eclipse de magia…

Toda la tierra tendida a tus pies
teje un sortilegio que no se impacienta;
un sondeo solitario
que marcha junto al sonido de golpeteos,
distorsionando el aire,
precedidos por una cobertura de lunares,
en el preciso instante,
donde brillan, plateadas, tus palabras
que laten y se arrojan,
imparables;
me pintan sus estelas nutritivas,
cuando resuena el idioma de la tarde
y se estira para perderse en la escena
donde el principio es el fin
y me condena a quedarme
inundada de ti…

Mies y Algodones

Esparcida por tu huracanada caricia,
resisto el temblor que infunden
sus resortes refulgentes,
articulando lo sensorial,
como amapolas en un torbellino solar,
bordeando los contornos de la siembra…

El regodeo de tu voz temprana, relampaguea;
me resuena en la lengua;
dejas que palpe su carácter disuasorio,
mientras someto mi humanidad
y fantaseo, divulgándote mi corazón…

Tragada por tus efluvios de oro,
aludiendo mis capullos poéticos,
concilio un océano,
brincando en vehemencia…

Lo derramado bajo un domo de vapor
se enreda en mis palabras
y no hay manera de resistirme al deleite
de cabernos en esta luz encarnizada,
combativos;
declarados ante una ventajosa propensión
a inmolarse;
la urgencia implicada hasta el silencio,
encubridor de todas las maneras del hambre…

Alardes del tacto instintivo,
asumiéndonos,
en movimiento
ante la orgánica de inquirimos…

 

Manías Focales

Este tornasolado rumbo,
transitorio;
este halo que me envuelve
con sus contrastes agudos,
donde suelo ejecutar mi partida;
donde suelto mis capas al roce
y refresco,
no termino de conocerlo…

Renacida,
me aprendo, cada vez
y no me libro de sostener
los dibujos que cambian su forma,
dejando atrás lo sucesivo,
rescatando el fondo de mi ser…

Con aires de profeta indecorosa
te dirijo mis visiones,
algodones luminosos
que toman entre sus moléculas
el intocable modo de tu tenacidad…

Fervorosa, te respiro
por interno, rica en paz,
y me aprietas;
te aventuras a soltar, de mi pecho,
mis luciérnagas,
mientras cubres, astuto,
con una exquisita claridad,
las habitaciones del tiempo;
zigzag en vertical,
tic tac que se adormece
y me eleva sobre el laberinto de espejos…

Experiencia Cósmica

Me atraen a ti estas hebras giratorias
con las que te permites enrollarme
en un preámbulo fluvial,
irresoluto,
cuyo derrumbe de verosimilitud
recoge la luz,
antes de conseguir respirar el goce último…

De los compases encorvados,
tambaleantes de tanto azul,
abducida,
voy comiendo de este claro de sol,
junto a la alusión que me planta,
como un sonido sublime;
un color a tono con lo placentero,
con todos sus matices;
partitura que se compone
con la gradualidad que interconecta tu piel galáctica
y lo mejor de convertirme en brisa…

Aplasta la noche el ultraje de las sombras
prendida al silencio;
colaboradora de un plácido romance;
esparcida por el tiempo
entre hervores de albor y fuego;
magneto cósmico,
suficiente o precario,
aplicándose sobre la herida
que va a matarnos de amor;
mirándonos desde dentro
para aislar el invento de una realidad
que le da alas a mi pecho;
un modo de apertura a la causa
que la razón desmiente en su aturdimiento…

 

La Curvatura del Olvido

Me repongo del tropiezo,
arrastrando, conmigo,
como imprudencia,
sus desgarrados restos;
la forma de posarlos en mi lengua
te trae de vuelta
y dejas que arda mi sangre,
injustamente,
al sentirte debajo de la piel
sin caerme de tus planes…

Vuelvo a aspirar tus ojos,
mientras retorna la palabra
y se me abre un pórtico,
donde conecto el hilo dramático
que me llena la cabeza de pajaritos
con la hipótesis que no para de ejecutar
las simulaciones
que habrán de concertar
una cita contigo…

Decrece, abrupta, la expectativa,
mientras junta las pistas
para trenzar un ruedo de luz
que descubra las cenizas de cristal
en la equidistancia que compatibiliza
nuestra anterioridad…

Ascensiones IV

Y ya estás en mi cabeza,
empecinado en descarrilar mi cordura
con esa extraña capacidad
de hacerte sentir, tan adorable
que, hasta la oscuridad sopla sus caudales
por la desembocadura de tus ojos de plata
y mi sangre se inflama,
mientras la erección de un desorden colateral
alberga un pensamiento
cargado de ti…

Ocasionas un desastre
al no parar de escribir el despliegue informe
que nos pierde en el otro…

Pionero de mi luz, es tu universo
que lidera, poderoso,
mi cacería de sueños,
cuyos sentidos alternos
amputan el pretexto de alejarte;
el vértigo análogo se contrae
y caigo,
como cascada sin fondo
sobre tu lengua…

Aunque me relates el infierno,
voy a quemarme;
a deleitarme con la fragilidad más bella,
tras concertar con tu voz
una cita,
bebiéndonos, a tragos, el insomnio,
sin reparar en pasión y poesía…

Carcelario

Tu trazo deliberado me encauza a la locura;
mi lengua en asedio
por el dulce titubeo
que rezumas,
localiza la puerta secreta a tu guarida;
me crezco en la eufonía de tu aroma;
fluyo y se desborda
el eufemismo de tus ojos incendiarios,
progresión implacable del sometimiento,
cuya persecución diseña
el arranque del perímetro de un silencio
que no acaba,
adjuntando la riqueza interior
al lienzo de mi alma…

Tenso la piel, descubriendo
la presión adecuada,
hasta alcanzar la tortura del reclamo,
un juego elástico que sostiene las sombras,
equilibrando el roce absoluto…

Lamo la luz de tu boca
y cruzo el centro del infinito
para transgredir el cerco,
alimentando tu apetito creciente
con el placer más puro…

Boreal

Me persiste el gesto de luces polares,
activo,
ondulatorio,
en la continua coreografía
que acusa el área de un sueño desesperado,
capturado por tus ojos…

Su canto núbil resuena
para saborear esta lluvia de embeleso;
empapar la columna que anticipo,
repentina,
como embate abisal,
introductorio,
rebosante de vida…

Me zambullo en tu mirada
de reflejos utópicos
que encomiendan aguantarnos las voces,
como la noche, deslizando el silencio…

Me estoy perdiendo en tu cercanía;
instando
instalar a mi lado
la quietud de tu acento;
el sudor del prisma y tus iris;
la frescura de tu claridad,
uniendo su tacto húmedo,
lleno del vicio que imprimes sobre el aire,
mientras tu cimbreante presencia
retumba en mi oído,
como un carrusel de colores inefables…

Estampas de Virtud

Fluida en tu boca
no apresuro pronunciarme;
tu lenguaje en oratoria
deja pasar la cantidad perfecta de luz
con la que sueles alimentar los cauces
de esta fogata líquida que surca mis venas,
hasta alcanzar mi saliva…

Todo un campo paranormal
al roce de tu misterio…

Y es que tienes los dedos llenos de colores;
tus gestos llevan tendencias psicodélicas
que casi llueven toboganes,
mientras, melosa, voy descubriendo
tu arcoíris de neón en un suspiro…

Me visto de consternación
tras la trágica demarcación que sobrepaso
y oigo la música del delirio,
cuando me apunto en tus papilas
y me quedo retozando
al morder con fuerza
su apetito de agua,
agitador de mis despertares…

Seducida,
muchas veces,
tantas veces
por tu perfil poético,
se sobresalta la minería del alma,
mientras escupo talismanes
y sigue pasando el futuro
por la piel
y, al mismo tiempo resisten,
graduales, mis estados de gracia…

Ecléctica Vibración

Te ocupas de mostrarme
lo mejor de tu alma;
cómo diseccionas la realidad
para bucear y explorar lo que eres,
haciendo que bailen las sombras,
coloreándolas
y el ebrio cristal parezca estremecerse,
mientras te sigue aumentando la pupila,
tras el velo de una luna dorada…

Me toma entre tus dedos
tu solo de guitarra;
tocas la página del cancionero
donde libro un sueño fantástico
y, al aire, quedan los acordes;
el tono que, junto a mi lengua,
le hablan a la noche,
como un rito de fuego…

Mantienes dando vueltas el mensaje
con el que me doy entera
por hacerte sentir mi universo;
el sentimiento que,
como un paquete de luz,
se abre sobre tu respiro,
alimento vivo,
que nos vuelve eternos…

Propensiones

Tu luz se acomoda en el sendero que piso,
llovido de un aire que se escucha púrpura
y me diviso
sin piel,
prendida a la punta de tu lengua,
mientras la noche se suspende en la turbulencia
que ocasiona la danza de un fuego invisible…

Esa llama, incrustada en tus dedos,
promueve su discurso,
arañando la gravedad
en un forcejeo sinuoso;
derrapando su corriente sobre mi suelo de cristal…

Eficiente,
consigues la gruta entrañable
y las hendiduras del agua al moverse
por las nobles paredes;
sus símbolos se desenredan en tus ojos
al hallarse en la misma onda
con la que me descoso del pecho
una parte de mí…

Colecciono las precisiones del silencio
que prolonga la estadía del giro
y me pone tras un ritmo
que va a detenerme en tu parpadeo;
un flash que guarda la impresión
al ser engullidos
por la insoportable claridad
de sostenernos…

 

Ataques Hipnóticos

Quizás con la aguda obstinación
que te asomas al alfabeto de los astros,
llegas para cometer el atentado
de quitarme el mortal vestido
con tu bocanada de luz,
tu lengua flotante,
global
y embriagadora…

Apareces
y siempre logras que ceda,
dilatando mis sentidos,
en todos los sentidos;
meterme en la postura de sorpresa
con la emoción haciéndose danza…

Me arrasas con tu exploración,
la latitud que descubre el tono oculto
que me enamora…

Me dejas caber entera en tu respiro
y, moviéndote a través del alma,
rediriges mi historia;
me traes el trébol de oro
que cierra el círculo en tu boca,
hecha agua…

Lamina de cristal opalino
que deshoja la amarga delicia
de saberme asentada en tu frente;
a los pies de un instante sin igual…

Agradecida, retumbo en tu piel;
perpetro la ruta vertebral
y huelo tus colores,
vocalizando el escalofrío;
tu forma de estrangular la sombra,
elevándome contigo…

Diorama Acústico

Me miras y canta la noche;
eres el escenario
donde confluye el pulso del cosmos
y la velocidad del silencio;
sus transiciones;
el puente sónico
que deja escapar la naturaleza armónica
que nos entrelaza y superpone;
la acumulación ingente de energía
con la que me haces levitar…

Me dejas
probar la delicia de tus fonones,
dando volteretas en mi boca;
ser tu excepción,
cazador de emociones,
volviéndome ingeniera de esta magia sonora
al inducirme, tu alma, su estallido musical;
traducir el idioma del brillo;
transformar la aritmética de los sueños
con este acople fortuito…

Le pido, al firmamento, su mapa de sombras
y escucho tu ubicación espectral,
la sintonía en éxtasis,
mientras me fundo contigo
y somos danza y retórica
en constante afinidad…

Aguas Soñadas

Tu noche compone su sinfonía
bajo la firma oscura del silencio;
reúne la acústica del cosmos
y su fonética
me sume en su percepción celeste…

La forma que tienes
de capturar lo imposible
y volverlo irresistible a mi lengua,
hace que transfigure lo fugaz
en infinita pureza;
la raíz inmortal que funda en tu pecho
un aro translúcido
me ciñe lo angelical,
desposando mi voz …

Me dejas lloverte, como un cielo de cometas,
porque este amor procede de la luz;
del arrebato de un deseo explosivo,
redactando inmensidad…

Me llenas de azul los ojos,
cuyo terrible soplo de miel
enmarca entre mis dedos
su desnudez total…

Huella Encandilada

Qué somos bajo la sentencia
de este traje vulnerable,
resolviéndonos
en el fondo de una cúpula de gas;
polvareda celeste
de músculo, piel y hueso;
resistiendo la desnudez tras el caparazón de una idea;
musgo cósmico;
un puñado de ilusión
con una palidez que crece
en un sometimiento de luces y sombras;
una máscara que recolecta su heredad
en la versión escogida del pasado…

Es que cuando me aludes,
un amago de ola moja mi silencio
con la saliva, acompasando un fuego redondo,
mientras se emborrona esta mortalidad
y la lozanía del alma opera
la disolución corpórea,
concentrando un tallo de versatilidad,
en desuso, que explota
la dicotomía de lo dual…

Destrozo Recíproco

Describe tu gusto
lo meticuloso;
el afán goloso de someterme
a cuanto das,
lo quieras o no…

Cuando viene tu color,
arrojas, como acierto, su energía
y soy afín a la sinfonía de sus dardos,
llenándote el cuerpo de lo que creo y soy;
combino tus brebajes de luz
con mis consignas estelares
y sangran miles de palabras, sin remedio;
suscitan la turgencia de la virtud,
índole inquietante
que me permite brillar tanto como puedo,
estampada en tu respiración…

Tu fórmula secreta y su efecto
consiguen un nivel mutuo,
avanzado…

Te mueves y puedo
contemplar la cuna de un ángel,
cuando el tiempo se rompe en cristales,
y se incrusta su aguja en mi pecho,
retornando los paisajes extraviados;
tanto amor,
viajando por la imparcialidad de un silencio,
embebido de estrellas;
un mártir, cayendo lento por la líquida agonía,
mientras el río de tu esencia
me muerde los labios
y mi cuerpo se electrifica…

El verbo jadeante
es renglón, desatando la osadía
y ya eres parte de mí;
rumor naciente de luz y oscuridad
y, a la inversa;
muriendo y renaciendo,
sin parar,
en una danza infinita y eterna…

Saturación II

Cuando te miro, me busco,
compulsiva;
la boca cristalina del cosmos me deja
descorchar el verso líquido,
como un reflejo;
beber ese arcoíris equinoccial
que se deja proyectar en el baile de tu saliva,
cuando entiendo el rugido de tu silencio
sobre mí,
irresistible puntero de una incidencia
que señala la procesión de las almas;
ciclón de polifonías cromáticas,
cuyo vórtice vocal
hace crujir el calendario
que se asienta en las alturas,
como un complejo rastro de polvo;
como farola que propaga su esquina deslumbrada…

Tu sol de acero encuentra su acomodo en mis labios;
de su centro,
dejas escapar la dulzura
que no cesa de chorrear la anomalía primaria,
infringiendo cada espacio pronunciado
de mi cuerpo…

Los vestigios que subyacen,
provocadores,
en tu alma,
van soltando,
tan efímero como eterno,
el solar de la utopía…

Tienes el don de transportarme,
hasta lo disruptivo
para tocarte la piel inadaptada
y se siente tan bien este jugueteo amenazante
que acelera mis latidos
que, envenenada,
como la emperatriz de tu aire,
consigo morir de ti
en tu plena mirada…

Genuino

Y me acoplo a la actividad
de tus formas en el aire,
ondulante mutismo,
cuya oscuridad, en llamas,
es un susurro,
consumiéndolo todo…

Esta profundidad descontrolada,
varada en tus ojos,
me deja saborear tu alma
y, de un tirón,
arrancarle un suspiro…

Veo aparecer,
tan hondo y excitante,
un gemido de luz
que nos humedece el corazón…

Agachados,
creando poesía con nuestras manos
y un suelo desbordante;
encajándose en la anatomía
de un escenario de relámpagos,
festejando la fusión de los extremos…

Fundida, en tu lengua, mi deseo,
rezando la belleza,
hasta despedirla por cada poro;
el orgullo vencido
por la inocencia de un silencio
cargado de polo a polo…

 

Espléndido Parámetro

Escarbando el terreno resbaladizo
que reparte la travesía de tu lengua,
donde me atrapas
con fiereza,
avanzo un ancho carril
sin durmientes,
cuando zarpas al infinito,
y me añades a tu tren de agua,
perfumada de tus colores paralelos…

Puedo sentir
que tejes rayos argénteos,
como una señal
captada más allá del sitio
que va desmoronándose,
mientras me descubres el serpenteo de lo alto…

Rompeolas estacional,
catapultándome a tu espacio…

Me estreno en la fonética afrodisíaca
del bombeo que alambica
la humedad parpadeante que traigo encima,
craquelando el reducto
que riega el refugio
donde todo germina…

Quintaesencia

Me lanzas tu toque mágico,
inmutable;
estrechas tu altitud de vuelo
al suelo nómada de mi lengua;
en tus cielos fractales
descubro que lo que me quieres mostrar
descansa debajo de lo sabido,
sin sofocar la inminencia…

Incendias con estruendos lumínicos
el lugar secreto que traes en mente
para dejarme contemplar
las pulsaciones de la noche,
replica absoluta de lo que nos une;
maniobra cenital
que abruma y reconoce
ese algo tan bello que hace brotar,
como sangre de estrella,
la fantasía…

Repentina,
amplia,
minas la sed de mi alma;
tus anémonas azuzan
el esplendor de mi océano en llamas
y soy otra…

El arte de satisfacerme
se hace victoria;
eres capaz de romper todos mis límites;
adentrarte con tu silencio metódico;
tamizar la turbulencia añil
para dejarme volando,
permeándome de la experiencia del gozo…

Armisticio Universal

Me precisas hacer contacto;
aprenderme;
te apareces
y apunto en mi alma
las notas y claves
que precipitan por sorpresa en tu lengua,
banquete de palabras,
cuyo hervor es fuerza redactada,
temeraria,
cantarina,
donde se arrebola la maravilla,
horneando relámpagos;
desperdigando la intensidad descalza de cordura…

Guardo el sueño en la lírica pura de la luz,
mientras siento la brisa de tu cercanía
aplastar la sombra en movimiento,
doblez en regla
que arregla el ingreso al centro
del flujo simultaneo…

Tus labios dibujan su voz
en mi piel ruborosa,
sublimando lo justo
sin más escape que el desfiladero del mundo,
salvajemente suspendido
sobre el idioma de tu silencio…

Exploras mi lado salvaje
y suelto las fieras;
grabo en tu enfoque la eficaz estrategia
de poner en mi pecho tus disparos,
la noche entera,
masturbando el aire de la melancolía;
haciéndome parte de tu historia, sin recato…

Conversiones

Colocas estrellas en mi alma;
pareciera que vistieras mis ojos,
mi lengua
y te implicaras,
como un mágico señuelo
que no concibo rehusar…

Asimilo el boceto mortal;
el plan con el que pretendes
intervenirme toda,
entre pompas de luz,
elevando mi habilidad receptiva;
recalibrando la dimensión
que me rodea;
la insinuación que se adapta
a tu entusiasmo…

Nos extrema este nido de espuma,
situándonos ante un silencio recíproco
que nos hace despeñarnos
a la cañada del olvido
y, en andas,
transportar el perfil biocósmico
que transmuta dentro de nosotros,
conformando lo unívoco…

Pétalo Silente

Se humedecen mis palabras
al despuntar tu silencio;
llenas de energía
los colores de mi alma
y son mis labios un privilegio
de temblores implorados…

Un soplo ileso
que arranca el deseo enfundado
en un suspiro,
cuando el aire dolido se eriza e irisa
mis suelos sensores,
detectando cada microscópica ración de magia
que surge y recorre tu lengua…

Hecha agua,
arremolinada en tu saliva,
paladeo el empolvado escenario del tiempo
y tu piel flamea en el abrazo
de un cielo anochecido,
elevado a un sueño…

 

Fulguraciones

Trae tu voz la respuesta
en su roce oculto,
afinado en un tono que se eleva
sobre las escalinatas del alma;
fruto atosigador que pendula
en el aire,
mientras te leo la lengua
y la mía se impregna del resplandor
que ampara tu artesanía persistente,
actuando entre un dime y dame…

Un dicho que nos comprende
y hace que funcione la relojería del silencio…

Persigues mi corazón rebelde
con el ronquido de las piedras
rebosantes de energía;
volteas tu potencial de agua
y la emoción parpadea…

A todas luces
das cabida a mi sombra
que titila y reverbera,
como ronda de estrellas,
jugando a perderse,
para siempre, en tu poesía…

Pulsiones Astrales

Me arrancas y aceleras
a punta de encanto;
tu lengua traviesa
atraviesa las páramos de mi mente;
me das una cátedra de nube
que me conduce por su concepto abierto,
enhebrándome, un breve instante,
al diseño de tu atención…

Tu avance,
tan alto y tan hondo;
al filo de la perfección, acusa
que los sentidos se emborrachan,
cuando flotan y se azula el aire
que los recoge extasiados;
rozando las sensaciones se desarma,
doloroso,
garabateado,
un enclave de ensueño
donde tiene lugar tu crimen…

Mi luz se estrella en tu pecho
y la mezcla de pieles se vuelve noche
invencible;
convoca un destino de ola,
dinastía cósmica,
donde hasta el silencio calla
al choque de las páginas de arena,
mientras se escribe el decálogo de la muerte
con grafías de agua…

Flujo Conceptual

Ahora que se evapora el tiempo,
a tu lado
y la piel se extingue,
renuncia,
expuesta en tu boca;
en su ruta impredecible,
evoluciona
la parte del silencio que migra
hasta donde ahora es el sol,
la aclimatación fugaz
que abre acceso al contraste…

Este instante,
hecho del lujo de tu presencia
nos envuelve en la espuma de venus,
cítrico vapor en volutas…

Eres la exudación noctívaga
que me tributa tu alma;
coloso que revoluciona,
con elegancia,
este escape transitorio
a un estado superior,
porque interceptas los rayos del cosmos,
mientras cambias
el ritmo, el rumbo, la condición
de mi pensamiento;
le das crédito a las ideas que formulo
para propiciar el concepto,
disuelta en un beso,
cuya valiosa consideración
me deja colmarte de mi ayer;
soltarme en tu percepción de aullido
y te hago caso cuando percibo
tu encantamiento;
trascendental tendencia
que trato y sublimo,
mientras naufrago en tu lengua…

Desgarros Sensoriales

Mi luz se hace espacio en tu cuerpo,
extendiéndose,
como senderos de agua,
abarcando el público repertorio
que horada el terreno,
hecho de trizas
y que me habla por tus ojos,
exorbitante…

Ese algo místico que tú hallaste;
su fruto de oro
nutre de tormentos mis visiones…

Son plegarias
que se dejan caer, como la tarde
sobre el lago del desespero,
mística extravagancia
que me expone el corazón
entre luna y fogata…

Me tienes impresionada;
sabes dónde enfocarte;
tu acierto, al quererme capturar,
es infalible
y las mallas de la noche me saben
prendida al convite de tu boca…

Te excedes al pronunciar mi nombre
con el neón de tu lengua versicolor
y, entre muchos despertares,
brota encantada mi voz,
como un sabio deseo en mente,
sin receso;
estímulo lisérgico,
girando en sentido del sol…

Coincidencia Cósmica

Reconozco que logras
convertirme al desquicio de tu lengua;
clavarme a la luz de sus impactos
sin tener suficiente;
contenerme
cuando agua se me hace la boca,
mientras la palabra suspendida
sondea el sortilegio de tu aliento
y, fanática, exagero
derritiéndome;
compartiendo energía,
como un acto criminal…

Envueltas en un polvo de plata
las calles del alma
conquistan tu caminar;
deseoso,
insaciable,
este cónclave de labios
se deja acontecer,
concorde a la sustancia inescrutable
que mana de un mutuo sentir…

Perdura en la piel, el asombro,
estando a tu lado;
tu estilo lo llevo grabado,
como un estimulante festín de roces;
un goce clandestino
que resguarda la acrobacia del retoño
y pretende la calidez del brillo…