Tu sarmiento de esmeraldas
rueda por mi arena,
trepa el muro de mis aguas
y el brillo de su secuencia
limpia mi alma…
Secuestra los labios de mi aire
cada silencio tuyo
-rumor excelso-
pleno de una claridad ondulante…
Ante el suave aliento de tu mirada
se rinde mi palabra
y su labor se torna a tu azulado lecho…
Embelesado mi atuendo
renueva colorido…
Mientras el rugido intrépido
de tu noche sostiene mi lazo…
Figuras de vapor desprenden
mis suspiros
y el sentimiento vertido
favorece mi piel nacarada…
Traspasa mi voz
la línea trazada
y en sintonía elevada
alcanzo el abrazo de tus alas…
Emprendo mi viaje al infinito
con la certeza de trazarlo contigo…