Descollante

Atisbo el empinado carril del silencio,
elevada por tus ojos;
mi sombra se desvanece,
mansamente
bajo la ingravidez que ensancha
el intervalo esencial…

Me reconozco
en la nocturnidad de tu alma;
brote de luna entre tus dedos;
alineación de suelos enigmáticos…

A golpe de lenguas boreales
sostienes mis pulsiones lumínicas
y como auge de relámpagos,
tintinean los temblores
al roce espontaneo de tu carne insumisa…

Reverberan mis paisajes
al soplido robusto que le impeles;
despiertan mis colores,
bruñen los pámpanos con la fricción iridiscente
y puedes verme transparentar
a través de tu lengua,
redactar la secuencia de mi enfoque
y deslumbrarte nuevamente
así como tú lo haces
día y noche…

Poli

Refractan los tonos
al paso de tu prisma diamante;
portal expansivo que perpetúa
los rayos del silencio…

Brincan y se zambullen
las concordias sensoriales
en ese parir de espejos
de numen fecundo…

Traes un mundo
de matices fragantes;
paladares que texturizan
las sedas fónicas…

La poderosa transparencia
deja expuesta en tus ojos
las mixturas que desatoran
la percepción de lo claro;
depura el rostro multifacético
y misceláneo de la lengua
que cava hondo lo celeste
logrando lo sempiterno…

Diamantino

Haces la noche enteramente mía,
envolviéndome
con el versátil estímulo de tu tacto,
abotonado el roce del brillo…

El vértigo explosivo
me inunda con su llamarada
y pruebo de tu talante
la sutil insinuación del infinito…

Me mudo a tu cámara secreta,
privilegiada por la desnudez del tiempo
que resarce la retina…

Mi alma despeña tu silencio
y tú me llamas luna
en la fusión atmosférica
que nos atrapa…

La marca del aire se acentúa
con la exuberancia desvestida
y el índigo papel acicala
tu figura y la mía…

Ríos Ardientes

Habituados a extinguirse
tus efluvios colosales,
me fundo a tu magma;
respiro del fuego su estrépito ardoroso
que rompe violento
el cascarón que me atrapa…

Mi pétrea voluntad en tu piel se reconoce,
socorre las vertientes sensitivas
y se exaspera la forma
al resoplarle tu incandescencia
por mi lengua absorbida…

Sensible crepitar y huella
que marca los suelos de la sombra
y con lento transitar divulga el impacto
de nuestros silencios cruciales…

Encienden las geometrías verbales
con el paladear de nuestro roce
desbordando las entrañas
sus líquidas erupciones…

Espejos Crepitantes

El agua desborda las clepsidras,
cuando tu carne y la mía
vuelcan sus alambiques transparentes…

Labra el torrente de claridades
que nos desliza,
mientras fluctúa el vapor del silencio,
reflejándonos…

Empaña la sombra
y extenúa su lecho
en la potestad demoledora
que le infligimos…

Expanden los espacios intuitivos
e intoxicados de universo
colisionan los sentidos,
engullendo la utopía de las horas…

Con el brindis en el aire
y el deseo sumergido
en un naufragio de amapolas,
ebrios,
estremecidos,
nos caminan las mareas giratorias
en su avance continuo…

Tu Poesía, mi Adorado Àlex

La noche se emite en tu frecuencia;

late contigo en tu silencio,

tu nombre la constela;

aparca su luz en tus ojos

y yo me la bebo,

mientras me la rocías

en la lengua…



Ebria de lunas y estrellas

nacidas de tu cosmos,

despierto el desvelo azul,

crepitando en la desnudez

de un efímero poema …