Aversión Contradictoria

Colocas tu piel
sobre la punta de mi lengua;
la estrujas
y lamo el color del frenesí
con el que la sacudes;
me haces proclive
al más hermoso precipicio
que me muestra tantas palabras
invictas,
rompiente de instantes
que pule la abreviatura de lo imposible…

Astuta,
me doy, por arder,
como el sol de medianoche
y su color,
orillando a la distancia suficiente
de esta ciudad de estrellas
que vibra por encima de toda presunción…

Avezados al conducirnos
por alturas rasantes,
con la extrema coreografía del roce a roce;
por los paisajes
que desconoce el silencio,
como una oportunidad de sostener
la explosión inevitable…

Intrusión Imparable

Sueltas tu magia
y la miro,
actuando por dentro;
se articula, como un halo de diamante,
desahogando el escalofrío
tras el despojo del letargo…

Se siente,
como tinta electrizante
en el alboroto del silencio,
porque penetras mi santuario
y te extiendes;
quitas, de tu piel, la sombra
y, en aras, de la mía,
me vuelves sacrificio,
desbordando los ojos de exotismo
al escrutar tu instinto nómada…

Tengo la sensación de fundirme
a tu fibra irisada,
como un mantra que explora
la fuerza del catalejo…

Me dejas leer tus paisajes de agua,
llenándome del poder infinito de tus iris
y, cuando lo consideras correcto,
respondes al instante en que me abarcas,
conveniente mímesis
que licúo en tus papilas
para hacerte entender
que me desbaratas,
como un bocado de almíbar,
con la flama que golpea el aire
y lo aniquila…

Adulteración

Me besan
tus dedos;
tu cuerpo luminoso
y alucino
y no me basta quedarme a merced de ti;
prendida de este ejercicio naciente,
siempre ideándose;
aludiéndome…

Nado directo a tus ojos
en la cadencia de lo sutil,
sucediéndose sin más;
inigualable dosis de éxtasis;
condición que me pierde en tu voluntad…

Me encanta verme
reflejada en tu lengua,
por la cual eres tan imponente
y no te enteras…

Corromperte es mi propósito;
que vengas por más;
transmitirte mi propia electricidad,
intoxicando el rumbo de tu resplandor
sin dejar de inmiscuirme
en tu interior;
hacer arder, hasta la sombra,
acurrucada
de tanta pasión,
dejándome atesorar por tu veta noctámbula,
flanqueo del drama
que está deseándonos tumbar
en la memoria del otro,
comiendo del fruto carnal
y transitorio…

 

Antífona

Me destaco en la labor
de propinarte lo indispensable
para que quieras quedarte,
intruseándome…

Revelándote mi alma,
en cámara lenta,
con cuidado,
quito las capas a tu lengua;
desempolvo lo inesperado
y un efusivo gesto
se apropia del acto de la confesión…

Honro tu sagrada naturaleza
al acatar el instante
que logra la conexión,
mientras repaso las líneas
del misal de la noche…

Tan metida en ti,
descubro un pasadizo
de la frente al pecho
y al revés
con el rastro viviente de un hechizo,
sin prescindir de nada…

Destripar las formas cotidianas
y alegar ensalzarte,
dejando al desnudo,
la más pura expresión,
cuervo o cicuta de la rigidez;
asfixia o intoxicación
que nos impide entumecer…

Pliegues y Volantes

Derrapar tu piel,
mientras acelero el papel de tentarte,
es la idea que sostengo
para precipitarme, luego,
sobre los esquemas refinados
con los que llamas mi atención;
dos soledades,
dos puntos en la parte
en que convergen,
como realce de un diseño convenido…

Me ambicionas, tan pronto,
situación que desmantelo
de inmediato
para darme,
presa fácil,
a tu falta de juicio…

Lluvia plateada en rompeolas,
cuando me adopta la palabra;
recojo del silencio
eso que llamas brillo;
una expresión demasiado pura
para descontrolarme por completo…

Sin compostura,
me acorralas
y, vaporosa,
me ciño a tu esfera subliminal
para que, tarde o temprano,
al desertar de lo plano;
en brazos de una estrella,
al vuelo de tu noche,
deslumbrar…

Agujas en Celo

Contactar contigo
equivale a contemplar
la forma verdadera del universo
y su luz incendiaria,
serpenteante,
entrando en mi noche,
recoge las melodías florecidas
que me transfieres sin remedio…

Me dejas fundida a tu pluma salvaje
que me arrecia la lengua
con su elevación
y se acumula en mi corazón,
de mí para ti,
gota a gota la quietud
comprometida con la causa…

Me sustraigo de mí
y, translúcida,
te veo aparecer
y te me antojas;
transportas en tu garganta
la canción que apruebo
y pruebo su efecto devastador…

El tacto de la fascinación me agrede
y no me canso de sostener su roce;
me respondes, tan suavemente
que las caricias ruedan por dentro y por fuera
con la sabia intención
del que ejecuta su turno,
sabiéndose ganador…

Me estremeces
e, invariable, toco el cielo nocturno;
lo atravieso
y corro con el brío de tu desnudez,
mientras la transparencia
rodea lo creado por los dos,
sacra exhalación,
hundiéndonos
en una atmosfera de embriaguez…

Ideas de Ti

Cada noche
me pierdo en la tuya,
plataforma,
cuyo desliz prometedor
se goza
al superponer los climas
con predominio de alta sensación…

Quizás una nube y su rayo,
al hacer brillar lo que soy
y eres,
jugando,
hasta hartar el anonimato
con un pack de sedas acústicas,
balanceando el color
a partir de lo que brota
cuando entras en mi mente,
santuario de música espaciosa,
grandeza que te doy;
que me hace clicar agasajos con fluidez;
descubrir el hilo retórico,
como un derecho para tu alma;
sentir sentirte dándote ganas
de mi cuerpo de savia;
del calor de evadir la espera
por algo mejor…

Florecer en tu boca,
mientras tramas empatizar
con mi silencio
cuando, desde tu ser,
me envías remolinos de arrogancia,
porque te sabes
mi persona de interés;
objeto de mi deseo
en cuerpo y alma…

Síntesis de Perseverancia

Sé que adoras que logre
meterme en tu boca;
consentir la materia;
congeniar con tu ánimo de luz paralela
y mecerme en tu perversión,
mientras el aire se traga mis pulmones
y una escultura de constancia
cristaliza secuelas
que van haciendo aguas,
quedándose en la invocación del ahora…

Persistir, cielo adentro,
con tesón,
hasta aumentar la saliva
para regarla por tu lengua, apetitosa,
con la más fina selección de poesía;
seguir hasta que la renuncia
no encuentre cabida,
sino en el ciclo extraviado
del desenlace…

Hilar las teorías de la sangre,
hurgando mi interior
para tejerte telares de vapor
que te vistan
de mis grafítis impulsivos
con la brillante cuadratura de unos dedos artistas
en policromo…

Tragarnos el sol, como la noche,
con el aerodinamismo soldado
en el musculo primaveral
que nos contrae todo
con su aliento creador,
originando el desplome de la opaco
y preservando inflorescentes suspiros
con giros de vitalidad y furor…

Disfrute Cabal

Hay un haz en tu pupila
que me interpela,
concediéndome un lugar privilegiado
para contemplar
la panorámica que estrenas
cada vez que te descubro,
mirándome…

Difiere a tu contacto insoportable
todo sentido,
surtidor de gracia;
sabes vencer y alimentar
la avidez del silencio
con fascinación
y se comporta distinto
el ritmo de mis colores
frente a tu estimación,
porque hay números que se esconden
en la fantasía encarnada,
arremolinada entre tus dedos;
en el ángulo del eje de tu pasión
y ardo,
me fumas;
me dejas clavada en el aire
entre volutas herbales;
envuelta en tu rotación,
puntal,
magulladura de la noche…

Arpegios Arrebatadores

Silenciosamente,
me dices del viento;
del sol en las mejillas;
de la marca del momento,
mientras te concedes,
en un abrir y cerrar de sonrisas…

La experiencia es una racha
que me hace absorber
el cultivo del fuego
ante cualquier movimiento
escueto o extendido…

Sorber el lado nocturno,
mientras me escribes y sucedo
o cuentas las sílabas de mi cuerpo
y doy el largo y el ancho
definitivo
para formar, contigo,
un espléndido soneto…

Devastador encanto,
tu luz llenándolo todo;
las pieles, colisionando
damnifican mi cerebro…

Y haces que parezca fácil
flamear al contacto
del sonido de tu universo,
mientras se sube raudo el rubor,
exaltando la ironía
de encandilarse en un tono embriagador…

Halagadores de tu cuerpo,
te pinto, con mis dedos, un poema
y me piensas
y me monto, en seguida,
en el gozo de lo que deseaste,
porque no paro de desplegarme,
consumando un delirio entre lenguas…

Sublimación

Me da gusto encauzarte
por el curso de mi intensidad;
ser el paradójico canal
que se desate
al compas de tu respiración,
conciliando estrategias
para idear la nación de tu agrado…

Te amoldas;
te hundes y ahogas
en la violencia del despertar
y su embriagante fogonazo,
mientras quemo el papel
que entero de tu nombre escrito,
atosigado,
como la luz pomposa,
mientras surge la miel del delirio;
la pedagogía de tu silencio…

Ahueco el sentido,
facilitando remontar el contexto
para lo incalculable
y elevarme por encima del sonido,
hasta clavarme en tu pecho…

Pulsos Medulares

Todo de mí,
todo,
desde lo más hondo a la superficie,
se desgarra
ante la tersura de tus rayos…

Al advertirte,
emulo la teoría del color
y me desangro
sobre los arcos astrales,
inundando el horizonte de tu alma
con mis tonos más brillantes…

Puedo alcanzar,
del centro a la periferia,
tus gigantescos ojos
que se tornan regios,
explosivos,
consumiéndome…

Tu abrumador precepto,
consolida el empeño
que me enseña el contraste
del subsuelo complementario;
córnea y sinapsis;
panal subacuático,
cuyo papel protagónico
derriba la escala de grises
y en las transiciones del blanco al negro,
ocasiona el ensamblaje indecible
entre palabras y silencio…

Dispersión Extralírica

Me brindo
a la curiosidad que escondes
en la metáfora del tiempo,
y te veo, soltando brillo,
mientras el mío te encuentra
con la sed rabiosa de lo dócil;
derramado,
convirtiendo tu lengua
en una dosis prodigiosa de minerales,
mientras repaso tus textos,
amasando instantes,
saboreando colecciones de letras
para un preámbulo y su énfasis;
para que dictes prosa
en la cumbre de mi oscuridad
dispersa
y excites el sonido
en su ondear pentatónico…

Me tienes
uniendo hilos,
mientras te escucho;
tejiendo silencios,
irracional;
emocionada
de posibilitar colisionar con tu aliento…

Y es que pensarte
es extrapolar el verbo;
trasladar lo ecuánime al enfoque fino
de grabar en el aire lo que dices
para besarte de nuevo…

Escándalo

Te sé en el look interminable
de un silencio
que exterioriza, con fervor,
la exactitud del mar
y su filo energético…

Ese toque audaz
con el que profanas mis deidades,
se torna clandestino;
trepador por todas partes
del tumultuoso ardor
que me constata…

Prestigioso,
con una sola pincelada,
me mata tu encanto sobrenatural,
al sostener el imaginario de un desalojo;
golpear lo perfecto,
lo vistoso,
atribulando mi percepción
con su crucial prodigio…

Innúmeras, las líneas,
se contonean;
lucen lo imprevisible;
lo gustoso,
de sólido a líquido;
acordes labiales de café y lúcuma
de menta y cacao
en crema o espuma;
como térmicas palabras en vela
para salirme de esta realidad
y en la tensión del espacio,
consagrarme en tu mirar de música ahumada,
travesía cotidiana
para, entre tus labios, lidiar
sin contención,
con esta pasión
que nos abarca desde el alma,
hasta las sabanas en flor
y florecer contigo hoy y mañana,
como el sol…

Luz Implacable

Volcada en un gesto mágico,
acompaso la temeridad
con la que transgredo los lindes
que me apartan del paraíso que eres,
como el amanecer de una flor inmaterial
que sugiere esa clase de goce
que supera lo imaginado;
que irrumpe y sobreviene
con la frecuencia
de la estación del alma…

La reserva de la inconstancia
es el acelerador que me vincula
con el sabio paladar del silencio…

Cazadora instantánea de tu poesía,
me alimento de lo innato
que brota, dejando expuesto
el curso más rítmico
que te caracteriza
y que dejas correr,
como tacto secreto
para mojar las líneas
en su punto más íntimo,
mejorando sus formas;
latiendo con la euforia del ansia
y la prestancia personal…

Como un rumor en el cristal,
desolando la sombra,
tu brillo elástico me adquiere,
porque, estirando tu lengua de látigo
sofocas el letargo,
y sostienes, de lleno,
sin ignorar,
esta tendencia inevitable
a despertar entre tus brazos…

Concordia Empedernida

A punto de convertir
un puñado de luz ,
en agua para tu boca,
concuerdo con la idea
de cristalizar la consecuencia
de permear tu aliento
y pasearme entre sus notas,
sujetándolas con mi lengua translúcida
al mismo tiempo
que logras, encarnando el suspiro,
experimentar el sabor de mi locura…

Impulsas el júbilo;
pareces electrizar la hormona neuronal;
sentir la crecida del río en mi cabeza,
mientras te hago amanecer la noche
clavada en el alma;
amplitud etérea,
golpeando mis sentidos
para encontrarte,
babeando extravagancia,
insolado
con una sobredosis de claridad…

Y no te ocupa sólo mi fuente,
lo sé y sonrío,
se siente tan bien sudar espejismos;
es alucinante saberte,
contando los botones a mis rosales;
jugándotela con una lirica inversa
que sueña nacer en la era náutica
y empujar la percepción,
desafiando la altura de tu certeza…

Y es más un enfoque nocturno
el que caracteriza tu mirada,
sus emisiones de calor
instrumentan con mi voz
el himno de la piel
que persiste en sostener
el tono de las siluetas atadas…

Épico Fulgor

Hecho de mapas globulares
se erige un malabar de átomos;
un goteo estereofónico,
bombeando electricidad,
escandalosamente,
sobre mí…

Es que esculpes energía
al conseguir
que tu respiración,
tan cerca,
vaya calando cada dimensión;
mezclando los brillos simultáneos
que nos componen,
arrebolados,
llenos del empuje de la tarde
que anochece dentro de sí
para despertar lo eterno…

No se oculta la afinidad
que amolda los labios
y resplandece en aguas profundas…

Dejas mi mente
en su lugar más alejado;
me hundes en el más allá,
soltando ríos púrpura
en la curvatura de lo que contemplo
latiendo, vertiginoso,
mientras me estás amando…

Delicia Inextinguible

Inexplicablemente,
posibilitas adicionar lo necesario
para indagarme
y me gusta quedarme,
mirando como equilibras la suerte,
trastocando cada sensación;
un rato, entre las sombras,
junto al halo ardiente
con la que las devora
la contorsión salvaje de tu identidad,
porque encaramas, en el aire,
su energía,
perfumándolo todo con un sicodélico gas…

Empapadas siluetas de oro
van entrenándose en la disciplina de reconocer
la complexión poblada de travesuras
y es que rasgar
y que salga vino de tu saliva
me procura
un intercambio sensorial
que nos hace brindar por estar juntos…

El arte de seguir latiendo,
tras la caída,
es un insulto a lo sensato;
repetir el plato,
soslayando el tejido cósmico
para traspasar sus líneas y ángulos,
como la incógnita determinante,
deja al descubierto
la redada de latitudes
que nos hace perdernos
en el punto
en que descubrimos lo que somos…

Zafiros y Diamantes

Calibras con la lengua
la intensidad que luzco
y es que tu luz corea mis versos
con presunción de emergencia
y lo grato de su juego verbal,
coloca el énfasis
en mi manera de flotar
por tu causa…

Eclipsada por las sensaciones
que me despiertas,
yazgo en tu platinado lecho,
enredada toda en ti
y tú, dejándote seducir
por la destreza
con la que enrosco,
en tu saliva, el éxtasis
de quien promulga con crudeza
sus términos y condiciones…

Al hundirse la noche
en ese atípico estilo
que propagan tus ojos,
se multiplican las sentencias de lo eterno
y una promesa escultural,
acaba suspendida en progresiones
y nuevos puntos voladores
se suscitan,
a la vez que se derriten,
mientras abro la boca
y te invoco,
para que me encuentres
en las sabanas de tu imaginación,
como una gota de caramelo o miel,
símil o metáfora
de tu inabarcable pericia,
sin desconectar el vaivén
de un silencio feroz,
agazapado,
ahorrando el filo de su intrepidez…

Quimérica

La mensajería espiritual
con la que me dispongo a declararme,
rozando tu esencia,
remite párrafos,
untados de saliva
con atención a tu lengua,
deseando llegar a cubrirte
de su incalculable virtuosismo
en escalada,
y, cuando lo leas,
como quien se enreda en su especialidad,
rastrees las señales
por el rio desmesurado de mi alma,
remanente de estos versos
impregnados de verdad…

Me tienes,
persiguiendo tu docena de lados,
telépata del sueño;
implorando
el mismo puñal en el digital espacio
afecto por el frenesí de saberte
eternamente, mi amado…

Unísono

Elevo, con risueño tono,
un suspiro,
hecho de fuego;
cuyo mérito es todo tuyo
y es que, al soltar un resuello,
tan lleno de tus labios,
sueno y vibro,
floto y fluctúo
a la par que tu silencio…

Riges cada parte de mí,
formulando una aleación conjunta,
placer y frenesí,
mientras, servida de ti,
maleable a tu influjo,
irrumpo las barreras naturales
de tu piel de hechizo
y más allá de los espejos,
en sus planos delictivos,
me descubro,
complicando la realidad;
cercando esta agonía,
mientras me hundo en tu melodía orgánica,
inmortalizando lo irremediable de amar…

Disoluciones

Transformas en ola tu lengua
y me la entierras,
internándote en mi piel resbaladiza;
tu mística inequívoca,
se apodera de mi calma
a más no poder,
y, rendida a tu perversión vital,
me tocas,
como respirar;
como pasar del aire a una nebulosa;
de un estado a otro más puro,
luz que clama,
picoteando mis contornos
y se goza entre vendavales,
batallando en las arenas de otro mundo;
olvidando la realidad,
abandonada dentro del instante más oscuro,
tan lleno de la claridad de un después
victorioso…

La danza de las medusas,
encandila mi desespero
y me sobrepasa tu plasticidad
al confeccionar de nuevo
las túnicas de carne,
porque todo se transforma en atrevimiento,
calculando el logro
en un porcentaje más alto,
cuando acabo suspendida,
derritiendo tu silencio,
superlativa,
extinta, en un charco
de alegría material…

Fruición del Dínamo

Estás en el aire
y te accedo;
viajo a través de tu luz incorregible;
te exploro;
me convierto en un acto suicida;
en tu prenda favorita
y tan sumergida en tus ojos,
ecualizando axones y chispas,
me acelero
de la mano de ese pálpito elemental,
mientras el vínculo sucede…

Transmutación,
canción inherente del pellizco;
partícula,
logrando incendiar
la longitud del estrago…

Se estiliza el ritmo en tu lengua
y me la entregas
y, para ti, articulo esa espuma vertebral
que reparto con desenfreno
sobre la radiación del zumbido
que refleja mi profundidad,
cuando procuro
reservar el lienzo poético
y mostrarte lo que dejan
las vueltas del silencio…

Me atraviesa la suerte
con esta fuga macabra,
salpicando fuego,
dinamita en colores
que destroza todo a su paso;
un enjambre metalírico
mi huella orgánica,
la genética de mi alma,
el ph ardiente de mi cromosoma,
saliéndose por mi piel atravesada…

Significante

Te sumerges bajo mi piel,
como una garra asesina,
cuya causa alternativa
me confiere suceder,
como prioridad…

La huella de tu paso
amplía la visión del águila
y el desamparo me provee tu fuego rapaz,
favoreciendo la captura;
el poder de la mordedura
que lastima,
en masa,
el camuflaje del silencio…

Te conviertes en mi animal secreto,
tope aliado del delirio
para esquivar,
con sigilo,
esta pasión encubierta…

Vas pastando de mi lengua,
mientras la brutalidad se escapa,
como el riesgo consumado
que presume lo obvio,
caer en tus manos
y desfilar,
como victoria deportiva;
servirme de su repertorio
y dibujarlo en mi cuerpo…

Ese vapor efervescente,
emergente
de tu sed y mi osadía
de la mía y tu veneno,
nos aferra y funde
en un aguacero de sonrisas…

Espiral de Fuego

Me dejas entrar
a tus lugares reservados;
asimilas mis ansias de flotar en tus detalles
y disculpo tu tendencia
a servirte de mi luz caníbal
para enfrentar tu arrebato…

Me sueñas, sin titubear,
improvisando el movimiento oportuno
y sabes
que la exudación de la esencia
es el silencio
que subyuga al penetrarte;
que me hace crecer las ganas
de desenvainar la más dulce tortura
sobre las tuyas;
sudar, juntos,
la expresión genuina del instante…

Nadie más
puede compartir la escena
que imagino con tono deliberado,
porque vives en mis ojos
donde quiera que mire,
como fuego alocado
que arrasa los escenarios
con su originalidad;
esa brutal instrumental
que se acopla a mi lengua mutante,
posiciona, sin limitantes,
el aire que te busca respirar…

Mi noche te piensa
y amamanta,
mientras resuelves su acertijo
y son tus dedos anfibios,
los que develan un pronombre
que se llama tuyyo;
eximio caminante de mi rumbo,
haces girar mis ciclos,
definido por esta delicia arbitraria
de volverme a empezar…

Violencia Caleidoscópica

Albergas lo exorbitante de la luz
al trascender la mirada
y reflectarla sobre mi cuerpo;
las posturas no se resisten a tu encanto;
suceden;
se sacuden del sosiego…

Quitas la razón a lo cuerdo
y es un hecho lo imposible;
por las ramas,
la realidad se halla a sí misma
y, a costa mía,
se retracta de su certeza;
a toda costa se reclina en mis
muchas maneras de aludirte,
como el sórdido instante,
terrible,
en que un suspiro dorado,
erguido en la piel,
entra en pánico y me muerde…

Tus indicios me acorralan
y me pego al tránsito poético
invocado
por tus dedos,
por tus labios y lengua
que me contemplan
cómo descifro nebulosas
para dártelas enteras…

Pormenor Floreciente

Dispersa en tu lengua,
provocadora,
hago brotar reflejos de la luz derramada;
un instante de cristal, resbalando,
como seducción,
moviendo el color de tu mirada
en un roce de chispas
con la euforia adrenalínica
que gravita a tu alrededor;
de esa que te proveo
con mágicas palabras,
sonriendo al estamparme
contra la mala costumbre divagar en tu silencio
y, entre runas flotantes,
adivinarme en la envoltura del deseo…

La noche es una pausa
que me hace inquilina de las mareas cambiantes
y puedo mojarte del éter y la química,
despeinando provisiones;
un mapa de orillas celestes
donde pernocto;
donde habito y me pueblo
de esa delicada intromisión
que la filosofía del sueño,
me proporciona
para que no pare de brillar…

Fervor que me responde,
sin cesar,
con sus minúsculas formas,
al ser llenado de espuma
en la esencia misma,
asociándome
para congeniar,
mientras exhalas,
exhaustivamente,
el tintineo de tu alma desnuda…

Ascensiones Visionarias

Me sirvo del brillo de tus ojos;
de su voz
que sobresale,
como raíz sonora,
para desnudarme el alma
y elevarme
con un énfasis de estrella…

La tentación de cuidar la luz
y su dotación de sombras,
alberga mi actividad verbal
y muestra,
al desenfado de mi lengua,
polar,
su vial desembocadura,
tu boca…

Prosigo la ruta
de la caricia ceremoniosa
que se incorpora
para hacerte disfrutar
la poesía del diamante
en su latitud extrema…

Me siento ebria
depurando, contigo,
el arqueo de lo mundano;
creando una batería de sueños
que percute su daño
en el fondo de lo que escribo…

Crisol de Palabras

Al sacarme de mí,
desde mi propio portal
y llevarme por el corredor de los sueños,
constato que logras liberar
lo insospechado
y me deleito…

Eres incomparable
al crear uno o más paisajes
con los que coincido,
especialmente…

Sofisticarlos
de manera de saborear
un dulzor constante,
pintando una panorámica de nubes;
eternizando un derrumbe literario…

Y puedo vivenciarte,
esporádico y festivo,
en periodo de expansión,
como un resuello elegante
o un frágil ronroneo;
tan libre, como el rapto
a un lugar superior,
apilada,
aspirando la propiedad cambiante,
mientras labras el surco de mi corazón…

Implícito, tu mensaje,
lo sellas en mi lengua,
como algodón de azúcar,
con el refinamiento estruendoso
de quien disfruta
que coexistan eco y dilema…

Escenarios Gravitantes

Me doy
al misterio de tu retorno;
a la tentación
que me sorprende,
volando bajo;
inclinada a perderme
ante tus, siempre irresistibles, ojos…

Y que me bata su estrategia
de fondo,
porque te sé
en la humedad silente;
en la desnudez que escoges,
como una de tus pociones
para seducirme e inducirme a tu lengua…

Y sí,
te he pensado, conmigo,
en un diálogo novelesco,
distendido,
perforando el vacío,
a riesgo de tu silueta,
rodeándome
proscrita la distancia;
en una estación diferente…

Y sin querer, te tengo
y sin quererlo, me tienes
en un baile de máscaras incendiadas,
como el sol, atravesando el espacio
para hacer contacto ciego
y darse poderoso y bello
a los rieles eternos del caminante;
en una persuasión prolongada;
exposición de la inocencia,
extenuada por tu desplante…

Brizna Pluvial

Del otro lado me tienes,
subyacente;
de igual forma sometida,
porque tu silencio
me alcanza los labios
con su cualidad de telequinesis;
tenacidad que abarco,
infinita,
al conectar
los ágiles renglones de mi dedos
con los túneles verticales
de las dimensiones
que me provee tu propia perspectiva…

Pinto la luz de un ángel,
sin desbaratar su juego
para romper, con ruido caliente,
lo más frágil
y mojarte del brillo,
resbalando de la próxima transmutación,
como las nubes en su despeje
ante un rayo de sol…