Travesías de tu Claro

Tu mascullar insistente
arrea mi frente
a los vértices inagotables
de tu lengua…

Impulsarme
en la luz de tu silencio
consigue que trasmute mi esencia,
perpetúe el azul de mi garganta
y defina en mi sangre
la flor del tiempo…

Restituyes
la piel de mis palabras
y el diseño imponderable
de tu flujo
aclara mis dedos australes,
cuyo aliento certifica
el logro extraordinario de tu embrujo…

Me descubro evaporada
en la transición del aire,
en el rumor impalpable
de tu infinito que me llama…

Letrado Desenfreno

Me deslumbras;
me ahoga tu nítido resplandor,
que expande en mi garganta…

Alborotas mi respiro
e inician su letrado desenfreno
las razones de mi alma…

Vas moldeándote a mi espejo,
a la humedad que fragua en tu figura
el marco extraordinario de la noche…

La forja consolida nuestras voces,
descubriendo los colores de la sombra
y perfilando el acero de mi pluma,
que me retrata alucinada,
como lluvia a cielo abierto
en los terrenos de la locura…

Cúspides y Curvaturas

Me deslizo
por la sinuosa construcción de tu aire
y de la arquitectura inmensurable
de tu silencio
me hago sombra inseparable,
escudo indestructible
de tu nombre en mis adentros…

Me encumbras
al altar de tus sueños
y concentro mis tatuajes
en la punta de tu lengua…

Con halo desafiante
me caminan tus incendios
y la esencia se me escapa
en un espiral de suspiros…

Enjambre de luz
que penetra mis sentidos
y remueve por completa
la expresión de mi alma…

Mientras Duermes XII

Retratarme en tu silencio
se hace preciso,
mientras te ensamblas
a tu ausencia…

Reposas
sobre la luz del infinito
y monto mis estrellas
en el soplo ondulante
de tu silueta…

El canto de tu piel dormida
me atrapa
y ahogo mis palabras
en la mágica frecuencia
que sintoniza mis dedos…

Una vez más te concedo
quedarte para siempre
entre mis versos…

Vértigos Inseparables

A través de la textura depurada del silencio
se deslizan nuestras sombras,
como vértigos inseparables
que le arrebatan la piel a la locura…

Me bordan los ríos de tu lengua
con ribetes de luz,
que engarzan a mi alma
su temblor más sublime…

Blande mis suspiros
el refugio celestial de tu mirada
que consigue que mis dedos
se hagan sinfonía de tu arte…

Conservas
intactas mis raíces
expandiéndote indomable
en el territorio que exhibe
mis deseos…

Nos contiene el universo,
el relámpago prendido de la nube,
proporción de lo perpetuo…

Mientras Duermes XI

Consigues traspasarme;
reclutar el júbilo de mis sentidos,
perpetuar la dulce ondulación
de tu savia entre mis labios…

En tu sueño me inscribo,
en el níveo renglón del silencio
que te concentra,
dejando que mi impulso
vislumbre tu esencia exquisita
y me envuelva su brío suntuoso…

Arrastrándome completa
hasta tus ojos,
cénit infalible del infinito,
dejando escapar
una ínfima parte de tu todo
en un esbozo impreciso…