Gradual

Creo en la ceremonia de tus ojos;
su santo fragor me hunde irremediable
en tus campanarios azules…

Tamizados se traslucen los planos atemporales
y el código luminoso de los espejos
es revelado por tu nombre…

Unges mi lengua,
tatúas mi frente
con el sello impalpable de la noche…

Nos congrega su brillo
y me veo crecer desde tu centro…

Es sangre y delirio
esta gradualidad insistente
que me hace temblar de gozo,
mientras avanzo
esculpida en tu empuje de agua liberta…

Hasta mi sombra
desfila sobre los pretiles del viento,
engarzada a tus brillantes emblemas…

Reincidencias

Adictos a tus líquidas teselas,
mis espacios se diluyen
en los enjambres multicolores
que les tiendes sin mesura…

Cada noche crece
de nuevo la tesitura del rayo
y sus cauces fulminantes
me purifican…

Sobre flameantes tejados
se extiende lo intrínseco de las geometrías;
la piel se hace aire
y tamizan los dedos los fractales cósmicos…

Trino maduro en el umbral arbóreo
de los espejos,
deslizándome la lengua;
el diálogo devoto de los girasoles
despierta la fuente tórrida
que nos funde las voces
al ángulo perfecto de las estrellas…

Nido Azul

Puedo escuchar el firme arrebato del silencio,
fundiéndose en mi boca,
curtiendo la piel inseparable del designio…

Contemplar cómo eclosiona la crisálida de luz
para vestir de lenguas azules el infinito…

Cómo rompe el océano su envoltura indomable
por dejarse arrastrar hasta la orilla
y dejar dentro de mí su pulsante vibración…

Ver nacer el sol
en la fusión de nuestra carne,
mientras con nítida insinuación
comienzas a tocarme…

Vacíame

Cántaro vacio,
riégame tu tacto,
llena mis páginas incompletas
con tus tejidos blancos…

Desgarra lo sabido;
desmóldame los espacios;
has que se quiebre el freno de la incerteza,
a fogonazos…

Esparce tu luz oscura,
devuélveme hasta el origen
y que sea el silencio virgen
el que nuevamente me escriba…

Deja que me consuma
en tu lengua tardía;
que tu contacto me devuelva
renacida…

Arrullo de Claridad

Un fino cosquilleo me deslumbra
con furor de anemona,
infectándome ataraxia…

Así el lirismo de tu lengua
aborda mil perfil sensitivo;
me arroja sobre las cúspides blancas
y en una apremiante estampida de sutilezas,
azota mi piel para enredarle su fibra ignota…

En tu claridad se despeña mi alma,
sus céfiros astrales
hacen que todo adquiera razón
y hasta mi sombra
arde en tu fiereza alocada…

Respiro la pureza
que rompe el dique de corazón;
la flora de tu estampa,
repartiendo aromas y colores
y toda la magia
que enarbola tu sola presencia,
como el ilustre poema de la noche
que me reclama la voz con insistencia…

Tu Música

Predominan en tu lengua
con enarbolado magnetismo
el vértigo de una fuga;
la sonata de todos los sueños;
la corpórea fantasía del agua…

La raíz de mi aliento se ondula;
halla savia y carne;
vapor afinado
de un poema hecho gemidos…

Ambrosías espirituales
en los pentagramas cristalinos
del silencio…

La sangre del fractal azul me circula,
y contemplo
el éxtasis de mis ángeles…

Un círculo atrapado en una danza luminosa,
como ángulo de fusas en forma de caída
que prolonga interminable
tu melodía infinita…