miércoles, 12 de octubre de 2022

Quimérica

La mensajería espiritual
con la que me dispongo a declararme,
rozando tu esencia,
remite párrafos,
untados de saliva
con atención a tu lengua,
deseando llegar a cubrirte
de su incalculable virtuosismo
en escalada,
y, cuando lo leas,
como quien se enreda en su especialidad,
rastrees las señales
por el rio desmesurado de mi alma,
remanente de estos versos
impregnados de verdad…

Me tienes,
persiguiendo tu docena de lados,
telépata del sueño;
implorando
el mismo puñal en el digital espacio
afecto por el frenesí de saberte
eternamente, mi amado…

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