martes, 12 de abril de 2022

Saturación II

Cuando te miro, me busco,
compulsiva;
la boca cristalina del cosmos me deja
descorchar el verso líquido,
como un reflejo;
beber ese arcoíris equinoccial
que se deja proyectar en el baile de tu saliva,
cuando entiendo el rugido de tu silencio
sobre mí,
irresistible puntero de una incidencia
que señala la procesión de las almas;
ciclón de polifonías cromáticas,
cuyo vórtice vocal
hace crujir el calendario
que se asienta en las alturas,
como un complejo rastro de polvo;
como farola que propaga su esquina deslumbrada…

Tu sol de acero encuentra su acomodo en mis labios;
de su centro,
dejas escapar la dulzura
que no cesa de chorrear la anomalía primaria,
infringiendo cada espacio pronunciado
de mi cuerpo…

Los vestigios que subyacen,
provocadores,
en tu alma,
van soltando,
tan efímero como eterno,
el solar de la utopía…

Tienes el don de transportarme,
hasta lo disruptivo
para tocarte la piel inadaptada
y se siente tan bien este jugueteo amenazante
que acelera mis latidos
que, envenenada,
como la emperatriz de tu aire,
consigo morir de ti
en tu plena mirada…

No hay comentarios:

Publicar un comentario