domingo, 3 de mayo de 2020

Apetencia

Revestir los digitales fragmentos,
hace de tu lengua un relámpago;
clarividencia argentada,
tatuando los fuegos rodantes
que deslumbran el fragor de lo escondido
sin despojarle su magia…

Elásticas transmisiones
que contemplan el nacimiento del brillo
en un resonar de acrobacias;
tacto y pulso,
atravesando la distancia…

Te pronuncio
y me vuelvo compatible
con tu ministerio:
Rozar corazones con el indómito deseo
de nombrar lo imposible,
sabiéndome sacerdotisa de la noche…

Recibo de ti la custodia de la luz,
emanada entre racimos de girasoles
que siguen el disco furibundo,
como en un gráfico de virtud
que sabe de mi nombre,
procedencia y rumbo…

1 comentario: