sábado, 25 de marzo de 2023

Húmeda Iridiscencia

Sumida en la ingravidez
de sentir
los relieves de tu voluntad,
resbalándome,
sus encajes, diluviando
satisfacción,
como un fulgor de terciopelo,
me reclino sobre cada flexión,
que reúnes con la piel,
saturada de libertad…

Y emergida de tu lengua,
mi sensualidad,
vierto, dichosa, su rezo…

La fiebre, corriendo plateada
por el rastro de tu verbo;
divina prosa
elevada al tono mayor,
derrochando, categórica,
su inclinación a enloquecer,
sólo puede verme
con la sombra perlada…

Suplicante e hiriente,
aflora mi alma
completa ante tus ojos
y se te escapa de ellos
la condición
que agiganta la brizna cerebral
que envuelve los días de mi poesía…

Milimétrico lapso
que alcanza la maravilla del desborde,
sin perder su capacidad
de pender,
imprevisible,
mientras zarpo hasta tu boca,
deslizando la curva que me expone
a una irremediable zozobra…

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