Me fío del ribete,
atravieso la cortina de lluvia,
trazo el impulso insistente
por revocar la amargura…
La locura mece el alambre
que enrolla sin piedad
esta soledad sin padres…
Me esfuerzo…
Se ahorca el misterio
y el silencio sale disparado…
Desprende el firmamento
apagado y rompe la vidriera empañada…
Ya es tarde…
no hay estrellas que decoren la espera…
Abandonada, sucia e inadvertida,
mendiga de soles, mi noche vigila,
como se esconde en su espejo
la Luna…
Le cuelgan los ojos
al aire perturbado
-brisa de espasmos-
aterrorizando la conquista…
Y no recito ya tus manos,
no me alcanza el roce
por culpa del quebranto…
Enquista el fracaso…
Permíteme callar, sed de espanto…
O revélame la ruta para alcanzar la púa
que me está doliendo
y acabar pronto con su cometido nefasto…
(18.06.12)
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