Sentada en tu sombra
espero por un reflejo sonoro…
Una voz que cimentada en mi hombro
acalle este silencio roto…
Tu muro rompe mis ojos
-choque doloroso-
y enlutadas mis palabras
desfallecen
en un llanto de lodo…
Se desangra mi aire
sin manos,
ahogado el instante
de tu roce azulado…
Se duermen los letargos
de la cordura
y se envenena mi pluma…
El rostro de la Noche
desconoce a la Luna
y desgarrada,
ignorante de su aullido,
cava su propia tumba
en la boca del olvido…
(14.10.11)
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