Nuestro Libro Azul

Danza la seda de tu lengua
en las páginas de mi melodía
y en el dulce balbuceo
el libro de mis acordes
se tiñe de tu deliciosa sinfonía…

Tu silencio se cuela en mi saliva
y acuna el canto de los ángeles…

El índigo de tu sangre
en mis hondos pasadizos
me procura el taller de tu semblante…
Y escribes en mí
el paraíso de tocarme…

Enhebran mis tatuajes
un poema
con el océano puro de tu instinto
y siempre logras permiso
para emborracharme las venas…

Me atraviesas la frente
a cada momento…
Te instalas dentro,
firmemente,
te siento…

Me sitúan en altamar tus soles
y adentro tu territorio…

Extingue el horizonte
y se extiende entre nosotros
el túnel de la Luz…

Atravesamos el tiempo
y el puente desaparece…

En el pensamiento
se afilan los bordes del vacío…

Se empeña arrebatadora tu voz
en acomodar en mi silencio su brío
y en tus manos
libero mis movimientos…

Me atavía tu portento
la herida…

Su pócima atrevida
nos corona de Eternidad…

Y entre gloria y majestad
nos firma el Universo
la historia de nuestra verdad…

(13.02.12)