No te pongas cómodo,
te ofrezco
un acorde inusitado;
ocupar el puesto del rezagado
para lanzarte una luz intelectual
que transparente lo corpóreo,
martirio del tiempo;
sobrevolar el laberinto de cristal
y cruzar el límite de lo prohibido
hasta quedar
flotando entre siluetas de fuego;
degustando el repertorio
que muestra
cómo repercuto en tu conciencia;
cómo habilito lo insondable,
cuando te reparto un fulgor acústico,
interestelar
que sabe
de la melodía de la alquimia;
de los suelos camaleónicos
que ocurren para fundir las frecuencias
y ver danzar
el humo salido del foco de mi afán,
examinarlo…
Qué rayos!
Masacrarte la lengua
y compartir la victoria…
Geógrafo de mis formas,
reconoces la suavidad indomable
que se sabe, a salvo, bajo tu amparo
y cobran vida las palabras
mientras con tambores inestables
haces girar tu galaxia entre mis labios…
No hay comentarios:
Publicar un comentario