martes, 9 de mayo de 2023

Anclas Etéreas

Te contemplo
remar los recovecos del entresijo
que te asegura la luz evolutiva;
agarrarte a la generación del renuevo
en el remolino silencioso
que te sabe prendido a un estado de gracia
que germina,
como hiedra de fuego terrenal,
pariéndose en la cavidad
que sitúa a tu disposición todas mis palabras;
centro evocativo
donde compilo los detalles
en los que resuenas sin parar…

Ahuyentas la letárgica postura
al aturdir la preparación
de un simposio de energías
que se da solo;
al despejarse la equis,
espontáneamente
y resultar heridos…

Porque sabes que admiro
cómo vas ardiendo entre las fases regulares de la mente;
cómo llevas tatuada, en cursiva,
en tu propia lengua,
el agua que mana de esta levedad gemela
que me opta…

Miras a través de mí;
es mi flora constelada ese algo que no soportas
y, no obstante, la dejas escribir, en tus ojos,
su coreografía;
te place la súbita combinación de fragmentos,
donde acabo dándome en racimos,
jugosa,
complaciendo la sed que te interroga
con placer batiente,
previniendo la fijación de la sombra…

No hay comentarios:

Publicar un comentario