Me arrincona lo efusivo
que me habla de ti
y, al cabo del silencio,
truena el proyectil de tu llamado,
de acuerdo conmigo;
contenida en tus aguas,
aseguras
la extensión de tus dedos
frenéticos,
ahogados de un desvelo
que nos cuenta los labios,
cuando me hablas,
sin parámetros
y te siento,
palpando mi claridad sensitiva…
Lejos de huir,
me muestro, en demasía,
acelerada,
como un tramo de premoniciones,
subida al carrusel transitivo…
Soy en tu devenir un beso,
me lo permito;
tus noches conmigo
son un fuego terminante;
la deconstrucción del momento
para ser del asombro
un nuevo desafío,
nacido para anclarse a la luz natural,
que lo enciende todo;
traspasando los secretos,
como un instante de reciprocidad…
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