Consternada
me desperdigo por el aire
y tú me absorbes;
resueno en tu lengua,
cuando me dices encuentro
y caigo herida
y el borde se hace huella…
Vivo contigo,
pensándote, no lo niego;
me seduce la astucia de tu mente,
mientras su artesanía
se vuelve joya sin precedentes
y siento más por ti que por cualquiera…
Traigo la obstinación felina,
llena de intenciones,
alzándose por tus piernas;
capaz de someter toda cordura
para colmarte de mi presencia…
Tiemblas,
mientras araño tu silencio
y montas en algarabía,
cuando gateo y doy vuelta el cuenco
desde donde mana tu sonrisa…
Te confecciono un rompeolas
para que te dejes estrellar, imparable
y que sean los múltiples destellos
sinfonía del universo;
faro sonoro que te desconcierte,
haciendo que naufragues en mi pecho…
Has debido pernoctar a la intemperie de lo incierto,
porque un bloqueo dormido
nos cede la pausa,
allanando los estados misteriosos
que no sabíamos que estaban…
No hay comentarios:
Publicar un comentario