domingo, 26 de junio de 2022

Causal de Cuidado

Poco a poco,
mi respiración se llena de colores;
me has sometido a tu embrujo
y acabo por tragarme el cuento
de volverme cómplice
de un crimen no resuelto…

Me incide el brillo de mercurio
y hago juego con tu porfía
que, al vivo contacto,
va reflectando
el rastro creciente del deseo…

Encadenada a los restos
que caen, de prisa,
por el ofrecimiento cautivante
de los terrarios de la carne,
descubro ilegales bemoles,
mientras abajo se incendia el pentagrama
de lo que diverge;
lo impenetrable,
como marca pura de la apertura
que va cruzando la distancia…

Me desabrochas el alma
y la apuñala tu lengua,
rebosante de deleite,
cuando te llamo, anacoreta;
degustador de mi fuego afrutado
y vuelves a redactar ese chasquido de soles
que, con prontitud, consigue el preámbulo
que va a cumplir la curva inquisitiva
que quiebra la superficie…

La noche es a tus ojos,
como el silencio al infinito
y, encantador, me restringes
al electrizante azul que te habita
y mil hojas de plata y su pulso nacarado
se hace bitácora de sangre y poesía…

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