Recae sobre el arrebol, mi deseo ardiente
y no tengo miedo a verme
caer en tus labios;
acaecer al borde del caos;
en la composición que trae consigo
el sacrificio del alma…
Engendras el momentáneo final,
configurando un deslizamiento
que dispersa el éxtasis
en un solo click…
Proliferan
las impresiones
que me dejan probarte;
las exploraciones dactilares sobre ti,
manador de mi impulso,
inanición exquisita,
nutriendo la tinta con la que te mueves
dentro de mí
con textura ronroneante…
A través de la noche,
sanas la ilusión,
hundida en lo inmensurable
del clima metamórfico
y ferviente;
te vuelves desencadenante de todo,
mientras estoy ocurriéndote…
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