martes, 29 de marzo de 2022

Resultante

Te armas de tu lengua;
abres fuego en mi alma
y, a quemarropa, siento su impacto;
un agujero blanco
bebiéndose mi atmósfera;
confrontas el movimiento intencionado de tus ojos
que concentra mis instantes;
vibración visual y acústica
sacudiéndome entera…

Líquido flameante
que, al mismo tiempo,
curva el silencio
donde se balancea mi intimidad…

Catapultas toda visión a lo alto,
como potente espectáculo de luces,
fulminación que derriba los escudos;
donde no retrocede la autenticidad
más bien se aclara, reluce
en compatible redención
y me hace congeniar con tu embrujo…

Una serpiente petrificada
exhibe su esqueleto en plena calle
en su afán testarudo de sosegar tu avance
sin llegar a ahogar mi teoría
de concentrar la voz sucesiva
y arrancarte la filosofía del sueño;
envolverlo en el rango impreciso de mi cordura
con calculados verbos;
acumulados desde que te miro…

Me resuelve tu piel antojadiza;
colisionas mis vestidos
con el álgebra metafórica del roce
y, adusta invasora,
bebo el zumo de oro
de esta singular retórica que reconoce
la notas del ímpetu con el que me enamoras…

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