martes, 22 de marzo de 2022

Dentro de Poco

Apareces y pareces encandilarlo todo;
te me quedas mirando,
un instante,
y un blanco deja vú
atavía mi silencio...

Entonces, hasta el cosmos tiene tu acento
y, mientras me lees los escalofríos,
escucho un pellizco,
a tope de luz;
pizca de distorsión que me aferra
a la virtud de abrirte el techo de la mente…

Somos espíritus en llamas,
creando su intemperie…

Y, todavía, te atreves a soltarme
tus notas de café y luna,
merodeándome,
sin disimulo, la lengua;
tu voz etérea nunca tuvo este alcance;
el cubo de magia que me viertes encima
hace que perciba nuevos colores
y la noche valerosa se haga cauce,
conectando mis palabras con las tuyas…

Me tiene sin cuidado
que me engulla el desconcierto,
chance transitiva
que me hace lidiar con mis muertos
y construyo lo que desconozco;
recorro los circuitos que promueven la descarga
de una transmisión perfecta
que marca la pauta de lo novedoso
entre tú y mis carnes,
cuestión de asombro…

 

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