Hundida en la espesura de tus paisajes;
ese marco de luz,
siempre naciente
que explota lo insondable
y me hace verterme
en las fuentes de tu lengua…
Consigo que me consientas
y me des un paseo por tu perspectiva,
donde refinas toda secuencia que me toca,
pureza insaciable,
derramada en mi boca;
vuelco rediseñado de todo lo conocido…
Instante de fusión,
cuya pila de líquido silencio
resbala las escalas estelares,
mientras entonamos la visión del sol
y sus mágicos anillos…
Giro contigo en el disco flamante
que nos repite el modo
de trenzar tonalidades
y saboreo un alud de iridiscencias
que expone apareada mi esfera y la tuya
en un eterno remolino de lunas y cristales…
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