Un reflejo en canon;
lo indeterminado, volviéndose
compulsiva recreación del origen del universo,
me hunde en tus ojos…
Tu impulso temprano,
vibratorio,
se dispersa en todas mis direcciones;
me adquieres y dominas;
fulgor boscoso
que se vuelve símbolo de mi noche;
de la exposición musical
de mi esencia…
Mis movimientos van maravillándose;
les has deslumbrado,
desde el principio;
les inunda tu cósmica emanación,
provocador de mi lengua…
Te cuento la anomalía del desconcierto,
singularidad que asoma y determina
lo espontáneo;
te enseño a leer mi anonimato;
la dulzura que me acumula,
como fenómeno natural
que reparto,
surgiendo de tu propia sincronía…
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