domingo, 15 de mayo de 2022

Mareas Reverberantes

Me narras la luz de la piedra flotante,
colisionando cada esquina,
frondosa en vapor,
nadando las huellas que brillan
balanceadas por tu corazón…

Se llevan tan bien tu bosque y mi luna;
tu aullido y mi plata
que te presumo y me presumes
y se exaltan las copas,
desbordadas de euforia,
mientras los brillos magnéticos nos entrelazan…

Me estoy comiendo una estrella
y su piel nacarada
me muestra tu sonrisa;
reúnes lo que no se agota
y la expresión cristalina
con la que perturbas el aire
me toma
y estremezco
y un reguero de espuma
me vuela el alma…

Enroscándonos la carne;
convertidos en alquimia,
ante un desplome secreto,
transmutamos la fibra
en trasmisiones cuánticas…

La noche joven
se implica en esta presunta distracción;
despliega su lecho,
intrincado en gotas de ónice,
como un suelo en transición,
engatusado de nosotros,
mientras la muerte nos escoge…

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