De acuerdo con la voluntad
de lo inesperado,
alojado en tu lengua,
revienta el coraje
con su tenaz sinceridad…
Pareces generar una tormenta
en mi cerebro;
conducir la sinapsis
a un revolcón macabro…
Insistes en anudarlo todo
a tus líneas secretas,
anulando toda forma de escape;
confiscando mi sensualidad
para cuidar que tu sueño me de alcance
y tentar el reflejo,
haciendo germinar intermitencias
que me dan hambre;
creando pausas incisivas
sin apartarme del amago de tu sicodelia;
condenarme a traspasar el espejo
que altera la visión,
como rasgo psicopático,
aclarando la respuesta…
Y todo concuerda,
cuando calla el peor de los simulacros
y puedo tomar un trozo de infinito,
tocarlo
y darme un sitio en la luz
y su jurisdicción,
cuando me pides desertar de la carne
y abrirme entre sonrisas
a lo silvestre,
lo opuesto a desprenderme
de esta electrizante sensación …
No hay comentarios:
Publicar un comentario