martes, 8 de noviembre de 2022

Balbuceo Sísmico

Afanosa,
te ambiciono,
como el bocado al apetito;
mantienes en vilo este antojo,
hasta que te asombras
de su efecto dramático
al despojarte de ti mismo,
como la melodía de los árboles
en las notas de sus hojas,
surcando suelos precarios;
rindiéndose a la drástica entropía;
seña del ímpetu,
soltando el oro
sobre la piel delgada del aire,
compartiendo sabiduría
con su propio cuerpo;
despegándose la tierra de los pasos
en un poético arqueo,
de superficies explosivas
en un paréntesis de siglos…

Alcanzada por tu tacto
y con su leve roce,
logras inducirme al trance,
sutil empuje,
rompimiento
y ya me veo radiando;
esculpiendo la fragancia de la noche;
acordonando mi figura en tu lengua…

Y me salvan tus ojos,
a corazón abierto,
invitándome
a inaugurar la temporada de sonrisas;
a naufragar frente a escenas maravillosas
de alteridad
y tensión seductora
para, luego, soltarme de mí misma…

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