domingo, 20 de noviembre de 2022

Fetiche

Al persuadirte con el asomo
a punto de nieve;
darte a probar,
tan extraña como hermosa,
la luz que escarba mi lengua,
mientras la música se adhiere
a la acrobacia insumisa de mis dedos,
logro alterar el espacio
para bañarte
y estilizar la resultante
de que me abundes en la mente
con tu fuego temprano…

Ese boom ensangrentado,
cuya codicia y su saciedad,
sin blindaje,
emerge para acabar
y resucitar
en lo incomparable de tu aliento…

A través del negro de mi vestido,
conduces un céfiro brillante
y siento su claridad, tocándome,
testigo y cómplice,
de tenerme…

Grita su solemne sermón,
golpeando en oro su oleaje;
estrellando tu carne en mi carne,
haciéndonos resbalar
a través de su amparo pasajero;
la fugacidad resulta ser un sorbo
que trae impregnado el sabor de un silencio
que se afana en perfumarme del éxtasis,
ración de naturaleza
que carga mi carga de energía
y tus letras derramadas dentro mío
desafían la quietud venidera,
tras aquel horizonte sin fin
al que me expongo de nuevo…

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