Indómito

Dotas de cualidades,
presumiblemente,
santas
a aquello que te apetece;
preciosas al ojo del joyero;
fascinantes al, del cineasta;
sabias al, del filósofo…

A quien quiera encontrarse
con lo intocable,
te agregas,
ventajoso
y enfureces al ímpetu mismo,
cuando se abren las quimeras
entre tus dedos,
como tratando de habitar
esa realidad distinta
que ofreces,
desmesurado…

Muerdes los hilos de la realidad,
sin chequear
los acantilados
que el tiempo abre…

Sin embargo,
no me resto al balanceo
y su pulso ingobernable
para enraizar mis plumas
en la aventura de tu aliento
que me retiene,
sin soltarme…