La extraña dimensión del silencio
deforma las formas,
de forma que forman
realidades diversas
que encauzan
y extreman, la causalidad
de toda interacción contigo…
De extremo a extremo,
me impregnan de afinidad
con tu lengua
y sonrío
con la desnudez en los ojos…
Floto,
sin ningún sentido,
en dirección de tu boca
y, cuando me requieres,
grito que te reamo…
Me tienes pensada,
desde siempre
y yo, desesperada,
porque me des alcance
y llegues donde estoy,
donde brillan las sombras,
una sobre otra,
creando el enlace artístico
que ampara la repercusión
y eterniza la totalidad
de lo más íntimo…
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