Muevo el mundo,
para dejarlo en tus manos,
y adquieras,
temblando,
mi perspectiva…
Me fascina
que experimentes lo que yo,
cuando te estoy mirando;
que sientas
cómo se amotinan los caprichos
para la consecución de su escape,
mientras sostengo la gravedad
de ambos…
Se da
lo que va trenzando particularidades;
lo que refleja, en verdad,
la naturaleza de lo que somos
y cómo congenia la energía…
Lejos de abandonar los antojos,
las melodías orgánicas
se abrazan a mi lengua,
tan tiernas
que dan cabida al gorjeo del silencio,
mientras hundes tu cabeza
en mis profundos cabellos…
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