Predestinación

Late tan dentro
lo que me consume…

Un sentimiento inefable
que va escaneando la paz
que reconoce que soy capaz
de la interdependencia
para con tus fines…

Cuando dices mi nombre,
me reúnes
con el balanceo crónico,
repleto de variables
que me vuelve única ante tus ojos…

Y me siento tan liviana,
mientras el espejo del cosmos
hace relucir las esculturas en movimiento,
mirándolas actuar
y acabar moldeadas por el éxtasis…

Vive en mí
una criatura poética
que tiende a colocar su tesoro inmanente,
en tu lengua
que, escolta o embaucadora,
desata el síntoma de controversia,
cuando emerge, íntegra,
dentro de mi boca…

Permisiones

Pasas
de erradicar mi silencio
a comértelo,
a bocados;
de sostener el peso de mi talla,
a darla
con fines beligerantes…

Me propones,
para mi desgracia,
emigrar a tus confines;
abordar el cauce del prisma
que me desliza
hasta el extremo,
coloreando el fragor de las sensaciones
que me despiertas…

Esa lengua deconstructiva
no se cansa
de darme ganas,
para, luego, desmantelarlas
e incautar mis partes fundamentales,
desmontando sus cimientos
y prorrogar la salida
de este gusano dimensional
que me arrastra,
hacia otros universos…

Y, aunque le cuesta al horizonte
no perpetrar las latitudes
que sintetizan
mi adicción a tu nombre,
su destreza,
al dar la vuelta el trial acuático
que sabe de la química
explotando su efectividad,
en mi vuelo, contigo,
hace patria…

Delicatessen

Tus manos difunden
las delicias de la luz
sobre mi silencio;
las templan
y ennoblecen las sombras
con su roce adictivo…

Para degustar tus maravillas
en cada encuentro,
cuido el hábito de preferir
la fantasía exótica,
mientras se derrite mi boca
con tu lengua dentro…

Y, ese paseo de sabores,
coloniza mi gusto
de cuerpo a mente,
porque todo sabe bien,
por tu mano,
te lo aseguro…

No hay competencia
para tu forma de surtir al paladar
de la sorpresa inminente…

Confías lo infalible
de tu recetario
a mi piel,
deseosa de cada bocado,
porque suele contener,
en cada oportunidad,
ingredientes de origen,
sin par,
distintos a lo acostumbrado…

Inquietante

Me envías al plano
donde el silencio lidera la excursión
hacia el sitio
donde todo se distorsiona;
donde me aprisionas,
comportando la imprudencia misma,
como solución
ante la presión de lo que exhibo,
sin privarme de tu proximidad…

Te vas sumergiendo en mi saliva
y, a partir de allí,
me expongo
al peligro;
a las trampas de tu humanidad
que hiende los muros de la mesura…

Desarticulas mis palabras
y se enciende el gerundio,
por todas partes,
corporalizando el fallo cósmico
tras hervir en el silencio de tu boca…

Mi lengua se desdobla
diciendo lo inalcanzable,
y, su piel brillante,
recobra todo tu interés
hasta que suena en tus sensaciones…

Me halaga
el ahínco que pones
para soterrar lo mundano;
tu capacidad para entronizar,
filantrópico,
todas las maneras
de mostrarte lo que soy…

Sin la adversidad del malentendido,
floto en la intención
con la que me declaro,
como un fluido molecular
bullendo en tus labios…

Captación III

Provista
de tu profunda atención;
de la proliferación de feromonas
que el silencio y su capricho,
me viene destinando,
sonrío
y es tu culpa el resultado,
por asirte a mis ojos,
tan despiadado,
como el embrujo felino
que estira cada recodo del silencio…

Moradora de tu espacio atemporal,
lo alimento
y qué impresionante
sentirme blandida por tu delirio,
en total deslumbramiento…

Te veo
hacer explotar mi universo
con la fricción de tu piel,
mientras devengo el corazón del tuyo
y confirmas
que te niegas a soltar
lo que constituyo…

Como titanes,
reinando el juego del placer,
sin impedimento alguno,
lo sustentamos, gozosos…

Amantes de lo extraño,
nos dejamos acontecer
en este mundo
y en otro…

Vuelos Epiteliales

Vaya inclinación
la que me acomoda a tu vera,
distorsionando la silueta del aire
que, con desesperación,
van recogiendo, de mis aguas,
las repeticiones que me llevan
a ti…

Recostada
en la raíz de tu lengua;
en el silabario del alma,
te siento
acondicionar el sitio
que me contempla herida
de tiempo;
de mares galácticos
y difundir la serenidad
de la pendiente
que protege mi espíritu de pájaro…

Secretar la savia cósmica
desde los túneles
que alían dimensiones desconocidas,
llegando a fecundar
corazón y mente…

Te da igual absorberme,
porque coincido con tus ideales
de encanto y actitud…

Y cuando se desangra el día,
le recoge el recipiente de tu noche
que se encarga de acrisolar
las numeraciones estelares,
sin soltar los resplandores
que pulsan,
alejando la madrugada
hasta que, exhaustos de luz,
nos de alcance su música…

Sol Lunático

Aceptas
que prenda, de tu silencio,
mi fisonomía;
que me brinde, en extremo,
al esquema noctámbulo
que compartimos
y, en armonía,
ser partícipe de tus sueños,
mientras los estás soñando…

La conglomeración
de temblores y escalofríos,
que, con independencia de la voluntad,
va recreando matices y contrastes
de otra realidad,
cuyas compatibilidades se activan
en una sesión emotiva,
despierta la mente…

Conectas a mi cuerpo
tu melodía palpable
y, de frente,
consonantes,
en sincronía,
acatamos lo intuido por el otro…

Desplegarme
en tus vitrales astrológicos,
traspasarlos
con el himno de la noche
en mi calidad de amante,
hace que te incumba,
imperiosamente,
salivar el vínculo de ambos,
hasta que la luz imbuida por los ojos
nos muestre
de lo que somos capaces…

Decomiso

Me das alcance,
frenético;
no te sosiega el hecho
de que sea tarde
o que el entresijo
pretenda acabar con tu propósito…

Escarbas pretextos y dramas
con el ímpetu de un terremoto;
pruebas que no hay más medio
que tu fin
para apuñalar mis ojos
y te vengas del atasco,
circunspecto…

Se ve que te tienta
la idea de
correr
desaforado
y, hecho trizas,
esparcir la alquimia de la luz,
como proyecciones
a través de tus dedos…

Diseñar el molde perfecto
que prueba que el caos
no precisa atenuantes;
que optimiza el recurso
de evaporarse en el latido universal,
mientras cobras
un profuso brillo de diamantes,
cuando te me das…

Agasajo Masivo

Suelo, de ti,
percibirme conectada al resto;
comprenderme enterada
por lo que me rodea;
sentir la necesidad de arremeter
contra el aliento tuyo,
hasta cortarlo
y abrir tus labios con la mente,
hilando oro puro…

Traerte a mi lado
con la lengua espumosa del deseo
que se me adhiere dentro de la piel
y colmarte del impulso
con el que pronuncio ese antojo versátil
que se descarga para verte enloquecer…

Tan sólo la tenue apertura
de tu silencio;
ese paso vital,
me conduce a entretejerme
a su paño de energía…

Y yo
feliz de inspirar tu mano
y tú,
alucinando con mi placer
con el que me asumes
tan mía,
tan sumamente auspiciosa…

Tu sabor electriza mi paladar;
la errancia de los cuerpos,
nos relata, a solas,
apagando el ruido del mundo
y su crueldad,
mientras la noche
va tragándose las sombras
y, saliendo de ellas,
nos halla, curados,
en conjunto,
la aurora de una estrella…

Disfraces

Dispuesta a alcanzarte,
me relego;
despliego mis márgenes por los ribetes
del silencio que guardas;
me abalanzo
encima de tu rango subliminal
y me atribuyo
el escrutinio de sus redes…

La relación que consigo con tu lengua,
ese intercambio de palabras,
intencional,
me arroja
del hambre al festín;
me hace arrastrar,
por un rumbo enfervorizador
al desafío de atravesar a la isla del tesoro
y reclamarlo, por fin…

El encuentro, cara a cara,
con la silueta refrescante
que moldeas a través de la lectura
de lo que callas;
extrae, del negro, la policromía,
mientras destino la rebeldía
a la reciprocidad resuelta
a la que me entrego,
sumida en la virtud
que te delata en agonía
y se acrecienta…

Horno de Estrellas

Cercada por tus aguas crecientes,
le das a mi cuerpo
la permeabilidad suficiente
ante la turbulencia
de las fuerzas naturales
que te convocan;
la posibilidad de disentir de lo dado
para desarrollarme en ti,
en un juego simbiótico…

Rebatirle, una vez más,
a la atmósfera,
lo transitorio
que sostiene la distorsión del verbo,
permitiéndole reordenarse
sólo para molestar
y descubrirme entera tuya…

Y es que acotas
el terreno purificador
para quedártelo
y lo presumas
para venir más adentro…

Te topas con el filo de mi lengua
en el momento
en que, hilando la conversación,
trepo la desnudez de las palabras
y se cuece tu respuesta
para que vaya a tu lado…

Te indago,
me indago y avanzo,
hasta el tope
y sigo…

¡Qué hermosa la flora
bañada de orgasmos,
que brota todas las noches,
contigo!

Polución

Tengo prendido
a mi lóbulo, tu ronroneo;
a mis suspiros,
tu larga y densa caricia…

Me recreo
en la armonía que sujetas,
revistiendo el aire
con el entramado musical
que no para de arropar
el papel que juego
en la coreografía
que funde mi lengua
a ese tono combinado
con el que siento batir
la luz invisible,
sensible a lo extraordinario…

Te debo el placer
que experimento,
su blindaje,
mientras dejas deslizar la idea
de hacerte ancla de mi voluntad,
asegurándote de abarcar
lo necesario
para volverte inevitable…

Se potencia
en función de lo que atrapas
y es directamente proporcional
a lo compartido entre ambos…

Como en una rima circular,
lo veo caminar por la unisonancia
e impedida de desconectar,
estoy temblando…

¡Qué atrocidad!
Volverme la víctima
y victimaria de tu encanto…

Coreografía de la Eternidad

Me estoy metiendo en tu mente
para desordenarla
con un cosquilleo que repica,
mientras me estás
tallando
un emblema de plata
a la izquierda;
metiendo
un sol naciente
entre las costillas…

Tanteas el ámbito en reserva
que me mantiene anónima
ante los ojos ajenos
que escudriñan
lo que no revelo…

Y te doy
a palpar mis osadías;
te dejo
encabezar su afluente natural,
mientras doblegas mis manías,
las modelas
y me parece estar
sumergiéndome en tu lengua…

Mi lado lisérgico
crea la posibilidad de unir
ambos dialectos;
transmitirnos todos los secretos,
como latencia infiltrada…

Me quito de bulla
ante tu mirada,
tras disiparse la sombra y volar
y me uno al coro de tu voz testaruda
para, entre sábanas, hacerla vibrar…

Juntos

La extraña dimensión del silencio
deforma las formas,
de forma que forman
realidades diversas
que encauzan
y extreman, la causalidad
de toda interacción contigo…

De extremo a extremo,
me impregnan de afinidad
con tu lengua
y sonrío
con la desnudez en los ojos…

Floto,
sin ningún sentido,
en dirección de tu boca
y, cuando me requieres,
grito que te reamo…

Me tienes pensada,
desde siempre
y yo, desesperada,
porque me des alcance
y llegues donde estoy,
donde brillan las sombras,
una sobre otra,
creando el enlace artístico
que ampara la repercusión
y eterniza la totalidad
de lo más íntimo…

Inefabilidad

Escucho, atenta,
tu canto
que no cesa ni desentona;
su tono e intensidad
me arroja a tus precipicios alados
y, envuelta en un vapor fragante,
con el néctar de rebelión
en los labios,
alimento a tus mariposas
por asirse a lo que siento,
provocando a tu ánimo
a venir por más…

Ambiciono tu cordura,
agitando el deja vú,
cuando me acerco
y logro desatar, del verbo,
toda la luz,
mientras, debatida, tu lengua
la anudas a este mecanismo
que otorga la garantía
de consensuar cada letra…

Deploras la represión de tus paisajes
y me remites a la fantasía
que sigue repitiendo tus ojos,
como un espectáculo de estrellas…

Te encanta
compartir palabras
en un juego vivaz y divertido;
alimentar el suspiro oculto de mi alma,
sin darte por aludido,
cuando el estrago,
ya consumado,
me deja una armonía literal,
a nada parecido…

Astrográfico

Cuando brota la noche,
un centenar de centellas
se me alinea, delante
y me apronto
a su placentera formación
para ubicarme
en el mapa de tus ojos
y, beneficiaria de la exposición,
agotar las ideas,
a fin de hundirme en su brillo…

Auxiliar el balanceo sensorial,
se torna tu fortaleza;
aliar tu ritmo al mío
y, en combinación,
latir a dúo, también…

Tu lengua riquísima
y su vaivén,
me abre los labios
con una creciente tonalidad,
incisiva
y concluyo,
como un cristal y su reflejo,
en su presagio de redención…

Están lloviendo
palabras;
rincones en la circunferencia;
fibras etéreas sobre los tejados
de las oscuridades gemelas,
propiciando
el físico instante,
mortal y analógico,
transmigratorio y compartido
que se alarga
sin volver atrás, hacia el fondo de nosotros mismos…

Genuino II

Colmado de un aire místico,
presumo;
tu silencio danzante,
está lloviendo arcoíris,
porque no hay melodía sin sus colores
delante;
porque lo percibo
remontar a mis labios para darse,
como una travesía a lo inusual…

Viajero puntual,
a tus pies rueda el planeta
y tú, con la noche,
circunstanciado,
me escribes de tu cultura y lengua…

Se retuercen las formas
para atender la necesidad de penetrar tus hemisferios
y el logro se ve obligado
a responder, sin demora,
mientras ululan sus términos para empezar
a comprender que en el giro retórico
se halla la voz del acierto…

Tu piel es una alfombra de seda,
mis restos, el carpe diem,
vibrando en su capullo,
deseoso del impulso temprano
ante la urgencia
de protagonizarlo…

La estructura crítica se asegura
de captar el mensaje,
hacerle caso
a la anatomía del hambre
y animar su respuesta
al romperse
sin poder contener el desastre…

Puntos y Paréntesis

Continuar,
sin apartar la vista
del quiebre inminente del silencio;
hacerme seguir,
hasta el final,
ciegamente,
el sendero de una estrella fugaz
para poner,
en suspensión, mi sensatez
y llenarme de tu foco,
muerta de placer,
es lo que quieres…

Mi sensibilidad se vuelve fortaleza
que revoluciona tus vibraciones;
mi debilidad,
consternación cardinal
donde reverbero
delante de tus ojos…

Te quedas todas mis pausas
y rodeo tu rostro, con suavidad;
me deshago en atenciones
hasta que siento el alma,
como un cuerpo cósmico
con tendencia a la claridad…

Engarzada

Mi voz abriéndose,
dibuja la luz,
reclamando su origen
y, tú,
con un leve parpadeo,
premeditado,
buscas que cobije
la insidia de tu silencio…

Enciendo el vacío,
y vienes a mí,
atribuida, toda mi piel,
para encajar el paralelo demencial
que alinea la conspiración en común…

Cautivada por quien eres,
lo admito,
estoy metiéndome en tu camino,
sin ningún reparo,
como quien anuncia,
sin dejar de serlo,
su ser más puro…

Enriquecida por tu lengua;
incrustándose en ella,
mi lamento,
empujo hacia el cielo,
arriesgando entregarme al suplicio
del fin;
inculcar el comienzo enfurecido,
desarrollando los movimientos
hasta ensamblarme en ti…

Incidental

Junto con saberme
alabada por tu afán;
preparada
para encarar,
de manera perspicaz,
tu cercanía;
para succionar aquello
que derrochas, a sabiendas…

Exploras el terreno
que amplía mi tesón,
donde arde mi temperamento
y carisma de mi lengua…

Y no lo resisto,
los dejo fluir por tu interior,
para que la luz escurridiza
se meta por donde quiera,
mientras pones música en mis ojos
y yo los cierro
para que no apartes la vista
de la suavidad
con la que te nombro…

Te enteras
de que soy la causa
de verte apasionado,
lleno de amor y deseo;
funambulista de mi alma…

Te inhalo y eres
mi respiración;
el soplo tierno sobre el lago
que, envolviéndose en la piedra,
acapara su ondulación…

Estilismo

Tus diseños se me ciñen,
en todos los sentidos;
se funden,
espectaculares,
a cada uno de mis movimientos…

Se exhiben, llamativos,
y bulle el ojo de tu tacto,
entramando los laberintos
que la carne transforma
en revoltoso retrovisor…

Te muestras
y recaen mis formas,
mientras me va increpando tu aliento,
acelerado…

Tránsfuga, la sombra,
ahúma el espacio
para alcanzar la indiscreción del aire
y agitar mi pecho descubierto
alrededor de tus labios…

Su indiscreción se añade,
como una especie de danza,
revelando tu arte central
en mi propio cuerpo…

Las tonalidades
se van acoplando a la textura,
tornando la mixtura que difunde
ese intuir de abeja
que crea el trayecto hacia el disfrute,
incluyendo su proyección vital,
latiendo en la lengua…

Descomunal

Tan conseguido el clima
que escoges
para juntar los silencios;
tan agradable la congruencia
que me enseña
tu galardón de sombras…

Tan consentida
que siento
recopilarme
por tus telas vaporosas;
volar en el espacio
donde la gramática goza
de tu lengua…

Cuando me aglomeras,
adhiero al verso análogo
que consigues,
donde subsiste el término
que determina la senda laboriosa,
ajena al descarte…

La ocupación del universo
se la quedan las carnes,
conduciéndose,
entrelazándose,
lo que las incorpora
al cauce eterno de los inmortales…

Tórrido Centelleo

Muevo el mundo,
para dejarlo en tus manos,
y adquieras,
temblando,
mi perspectiva…

Me fascina
que experimentes lo que yo,
cuando te estoy mirando;
que sientas
cómo se amotinan los caprichos
para la consecución de su escape,
mientras sostengo la gravedad
de ambos…

Se da
lo que va trenzando particularidades;
lo que refleja, en verdad,
la naturaleza de lo que somos
y cómo congenia la energía…

Lejos de abandonar los antojos,
las melodías orgánicas
se abrazan a mi lengua,
tan tiernas
que dan cabida al gorjeo del silencio,
mientras hundes tu cabeza
en mis profundos cabellos…

Consecuencias

Lidio
con el estímulo
y sus márgenes de hallazgo;
con el mundo confabulado
que, ante el más mínimo
asomo de rebeldía,
adelanta su paso…

Y salgo airosa…

Posada en tu saliva
la embriaguez;
transferida de mi boca
y su ánimo florecido;
bañado en concesiones…

Te dejo mirarme
dejarme caer
con la luz que hipnotiza
y espolea
el despertar de las sensaciones;
desbaratarme,
gracias a ti,
sobre mi propio testamento;
venir y agolparte sobre mi deseo,
prendido de tu lengua
para saborear, con él,
las delicias que logramos,
inevitables,
al comernos la piel…

Consentida

Me colocas en la lengua
tus letras de oro;
me haces crisol de tu logro
y, de inmediato, las derrito
para saber la pulpa
con la que te cercioras
complacer todos mis caprichos…

Tu parafernalia es
única;
el delirio necesario
para ir,
silenciando la sensatez
y caer en el abismo de los sueños…

Me figuro reinar tu mundo,
como una travesura del universo
y, entre el mío y el tuyo,
destinarlos a ser
contienda en un solo territorio…

Empalagoso,
me sabe tu asedio;
vigorosa, tu conquista;
me repito tus atributos,
encarnando el atrevimiento
ante la plenitud del barrido crepuscular
que sonroja las cornisas…

Al Límite de lo Comprensible

Me apuntas
con el ademán del silencio
y no soporto su tensión abrumadora;
se comporta,
como un látigo de fuego;
un cable de corriente,
cuya fuga crítica me alcanza
y explota;
un ancla,
situando mi éxtasis
en tus mares calientes…

Tirito
ante la sospecha
de que me tienes adherida
a tu polígono carismático;
al púrpura que lo dispone
a extraviarme
y me temo que está todo dicho…

Las fantásticas inflexiones
definen lo ilícito
de los momentos en que,
con una envoltura metálica,
tu lengua me arroja,
sistemática,
por los carriles
de la rueda cósmica…

Colores Musicales

Asiendo tonalidades vibrantes,
conectas,
gallardo,
la partitura del silencio
con la fonética universal,
callando toda monotonía...

Sonoridad
que deslumbra a todas las aves de mi pecho
y revolotea, surrealista,
a mi alrededor…

El día se alarga
ante tu mística silueta,
ultravioleta,
sin bastar lo que tantea aquello
que logra que entre
mi forma en la tuya,
armónica, afilada y sin pudor…

Descubrir
que se ajusta a la lid de tus fantasías,
causando el furor
de deglutir el lóbrego altercado
con tu lengua
y relucir,
obsesa…

La fluidez me arrebata
y, abrupta,
logro abstraerme,
un segundo arbitrario
y, sinóptica, pronosticar
los aires de exactitud
que enfundan tus ansias…

Indómito

Dotas de cualidades,
presumiblemente,
santas
a aquello que te apetece;
preciosas al ojo del joyero;
fascinantes al, del cineasta;
sabias al, del filósofo…

A quien quiera encontrarse
con lo intocable,
te agregas,
ventajoso
y enfureces al ímpetu mismo,
cuando se abren las quimeras
entre tus dedos,
como tratando de habitar
esa realidad distinta
que ofreces,
desmesurado…

Muerdes los hilos de la realidad,
sin chequear
los acantilados
que el tiempo abre…

Sin embargo,
no me resto al balanceo
y su pulso ingobernable
para enraizar mis plumas
en la aventura de tu aliento
que me retiene,
sin soltarme…

 

Innecesario

Me regalas
un cachito de tu temporalidad;
un copo de misterio,
para hacerlo rodar por lo que percibo
en avalancha…

Allanas,
sinestésico,
mis suelos sensoriales
y corro por tu bienestar
hasta que el propio erotismo
se reconoce
preparado para ganar terreno
en esta realidad …

Sobresales por tu magnetismo
en el que acabo confinada
de tal modo
que, cuando me tomas,
con tanto dulzor,
expones la evidencia
física y mortal
de que sólo en tus brazos,
permanezco implicada…

No me arrepiento
de la consecuencia de tu obsesión
y es que
especial el prisma que me refracta;
espacial la vorágine roja y azul;
la dedicación distintiva
de tu forma
de unificar la luz,
dócil y deleitable;
de excitar la interioridad
de mis gestos y su motivación más pura…

Pasa que eres
demasiado tierno,
demasiado sexi,
demasiado tú
y yo, incapaz
de alejarme de esta plenitud en fuga…

Diálogos Carnales

Tu lengua
está llena de impulsos y deseos
que se palpan,
como un ardoroso resplandor
que reverbera por debajo de la piel
y exhala por cada detalle,
identificando su poder
en pos de alinearse
con mi saliva…

Incluso los registra,
acumulando mi fundamento
en los caudales sanguíneos
para que su fuego vivo
bombee,
en agudas formas,
un sendero al paraíso…

Contigo
piel y moderación
no van de la mano,
la compatibilidad la rigen
los ph atados.
iridiscentes
y su estallido de luminosidad…

La incorporación
me traga en tu burbuja
con el primer elemento,
mástil de mis latidos…

Y, al consumar mi mortalidad
dentro de tus manos;
con la máxima exposición
a pulso
y en libertad de expresión,
consigo alegar defensa
e involucrados en la revuelta;
vueltos inmensidad
en estado puro,
hallar la sublimación…