jueves, 27 de junio de 2024

Rampante

Me rebelo
y te declaro mío;
recobro los más oscuros deseos,
justiciera
y los añado a tus escalofríos,
a costa de romper equivalencias,
porque confío
en que no ha de suceder,
de ninguna manera…

Me rehago,
con sumo cuidado,
procurando envolver lo que toco
en un fragor de tormenta,
en el mismo lugar
donde el fuego crece,
imperturbable,
cada vez que te llamo…

Me difundo,
con el deseo agitado;
como un trago que encadena
lo más sobrio
al afán de unir soledades
y se desborda del vaso
de la vieja índole
con la que añades lucidez…

Viaja el ahora en espirales,
a la vez que no existe más…

Soy, cuando dejo que fluya
lo intocable del misterio
en mi lengua,
cuando descubro el coraje
de ventilar su espesura;
cuando, tangibles los silencios,
se besan…

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