Pasajes Tentadores

Me cierra
los ojos
tu verbo antojadizo;
la boca,
su diligente dialecto
al encontrar el estímulo
y arrojarlo contra mi falta de aliento
con un empuje descomunal…

Puedes
verme trasparentar,
mientras tus flechas de agua
provocan un cortocircuito
en mi cerebro…

Ver actuar
esa explosión azulada
que insiste en impactar
conmigo, tus sinapsis,
donándome,
a bocanadas,
tu afán verdadero…

Me sientes traslúcida
cuando dejo caer mis partes,
una por una,
en ese todo que eres
y las densidades siniestras
del candor
sólo atinan a desmedirse…

La piedad circunscrita
a la tersura de tu lengua
no resiste
el pavor
que los sueños apasionados
propician;
ese realce de luz,
cuya sensación,
sin tocarme aún,
va manando piel de mi piel,
superando toda ficción…