La irreverencia
de tu enfoque
rima con mis ojos
y, con cada sílaba pujante,
se acelera tu pensamiento,
haciendo que me nombres
autora de lo inaudito…
Tu proyección
me arrastra contigo,
a solas,
mientras tus capturas vocales
hacen que me refleje
en los parámetros sutiles
que maneja tu espíritu,
dominándolo todo,
su intrepidez…
A estas alturas,
se luce cada palabra
con su flujo apresurado
que atrae la espontaneidad
hasta mi lengua…
Y tu revés
intencional,
irracional,
se esparce,
como cultivo de estrellas
de noches cambiantes;
como bálsamo que sana
y almacena el lugar
para su retorno triunfante…
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