Cambia la melodía de tu mente
y tiembla el universo;
me quedo a la intemperie;
en la perfecta agonía de una desnudez,
desempolvándose
la sensación más pura…
Tú y tu inusual
manera de responder,
como un caleidoscopio,
que regula el desalojo de un paisaje
tan bello y perturbador,
desde donde me derramo
inagotable,
incontinente de placer …
Nos quedamos solos,
flotando en la distorsión
del ojo de un diamante;
circulando la reacción en cadena
de la invisible envergadura de lo eterno;
imanes, dirigiendo lo imposible
del fulgor material que clama
para alquilar una habitación
y develar la ubicación
del misterio…
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