Itan las ondas,
revueltas
en su tisana transparente
y tu pose rebelde
las envuelve,
arrastrándome con ellas…
Moverme en tu agitación,
transfiere a mi lengua
el atrevimiento
y me condena a desesperarme
por contarte la hazaña
de perdurar…
Las revoluciones
se proyectan,
propulsando, en vendaval,
todo lo que siento
y, entre luces y mareas,
hago latir la noche en mi alma,
como transición a la zozobra…
Me inclino ante la oscuridad
sin subestimar su abrazo,
dulzura reveladora
que iza mis velas,
sin limitar mi paso
por el balanceo
de los suelos meridionales
que me soterran…
No hay comentarios:
Publicar un comentario