viernes, 27 de diciembre de 2024

Fruición Periódico

Me anuda el placer
de sostener tus ansias
con los dedos,
atorada en la fantasía irresistible
que escriben, sobre mí,
toda tus formas…

Me provoca cubrir tu embeleso
con las vueltas profusas
que me recogen
desarmada,
despeinada,
poco sensata…

Granada y deseosa
mi lengua,
de contarle a la tuya,
acerca
de la heredad del cosmos;
de la violencia mágica de sus rayos
que me traen tu esplendor…

Vienes con la noche,
lloviendo cristales preciosos,
mientras las sombras,
despacio, se superponen…

Se mezcla,
boca a boca,
voz con voz;
bajo la cúpula ancestral;
desclavados los extremos
de una existencia
que me transforma
en tu canción preferida…

Y danzan, encima,
las olas de la bitácora de cristal
de un silencio
que se acapara la concordancia,
mientras nos volvemos a entrelazar…

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