Te atraviesas,
indecoroso
y, con naturalidad,
conjugas
tormento y paz;
calor y humedad…
Revisas mi adaptación
al mecanismo de tus ojos
y,
como el aire,
licúas el léxico primordial
para dármelo a beber
con la gracia de trascender,
mientras recaen
en la prudencia del poder oculto,
todas las cosas…
A tiempo completo,
el ímpetu de crear
me va poniendo en la boca,
lo profundo
y,
toda distinción que procuro,
en común;
toda visión y perspectiva,
se incrusta en los conceptos
hasta despeñar
con la sabiduría de la luz…
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