Te empeñas en ser testigo
de la migración de sombras
en la que me transformo,
cuando tienes la ocasión
de esclavizarme,
a fuego lento;
de incorporarme al episodio,
donde me haces daño
con la boca;
con la robustez de tu lengua
que se encarna y sujeta
lo que suscita
el santo sacrificio de lo propio…
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