sábado, 12 de agosto de 2023

Bramador

Los montes de tu templo
me confían sus mágicos edenes,
donde albergas lo que ensordece
la orfandad
del acento y la voz,
con la resonancia del tacto
que le imprime esplendor a todo…

Y es tu lengua
la filosofía ignorada;
lo que no comprende el fenómeno
de la profundidad
que nada el surco de cada palabra…

Silencias la baja frecuencia
y añades claridad
a los estados que potencian
la intrepidez de la mente;
la mordaz disciplina
que no se detiene ante la apariencia,
configurando su tracción inefable…

Facilitas el flujo que reparte,
entre ráfagas sincrónicas,
el vuelo de las alas estrelladas
que despeinan las casillas
de la noche que va a perpetuarse,
subterránea,
en forma de poesía…

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