sábado, 28 de enero de 2023

Irreverencia III

El envés de tu piel
es propio del silencio
que hace temblar la fibra
y logro
adquirir su idioma secreto;
nadar su desnudez,
como un quebranto en ciernes,
sin que me importe…

Me voy fundiendo
al toque de tu lengua vehemente;
al clímax
que se me escapa de los labios,
en el juego ávido del coqueteo
que me anuda a ella,
porque en tu procacidad
reina el hecho de hacerme rima,
sabiéndome de tu aire…

Labia esplendida;
hilván de socorro de una luz gemela
que recopila un desalojo interminable…

Desde luego, me aconteces,
al colmar el ansia;
sentir la pulpa del alma,
rezumando;
cosecharte de mis mareas;
arribar con el tesón de la última vida
que va a ver arder el desamparo,
entretejiendo la melancolía,
como toda vez que te apoderas
del itinerario de mi carne…

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