domingo, 26 de enero de 2014

Punta de Diamante

Tu cercanía me encandila;
el perfume de tu encanto,
fundiéndose a mi tacto se hace rima…

Apenas la tenue figura de tu aire
se hace tempestad de soles,
que encuentran en mis renglones
la ciudad de tus ángeles…

Tu agasajo reflectante
-punta de diamante-
me irisa hasta el alma…

En mi sensibilidad te impones,
atravesando mi pecho,
haciendo que renazca el ave de mi desplante…

La pulpa reluciente de tu Verbo
se asienta en mi lengua,
evocando mis poemas los cristales del tiempo…

Temblando te disfruto,
agudo, profundo, infinito…

Tu eternidad me refleja
con pulcritud y recito
el brillo inagotable de tu Silencio…

(19.12.12)

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