Maravilla

Tu luz encantada
brinca balcones y tejados;
sus ojos de gato me encandilan;
tanta hermosura arrasa cada gota de silencio
que corre rápido hasta mis dedos,
dejando su rastro de tinta;
su tránsito resbaladizo es un vuelo de ángeles;
párpado tremendo,
limpiando de nubes mis cristales…

Te siento, prevenirme;
devolverme al origen,
donde la inocencia refresca los estímulos
y es música de purificación…

Contemplo la sombra desvaneciéndose
para dar paso a esta llovizna de cuarzo;
mágica ponderación cayendo del cielo,
forjando su deseo impoluto…

Aquí estoy, quieta mi mente,
flor brillante manando la esencia del placer más puro;
la consagración del vértigo infinito,
deslizándome sobre todo lo que intuyo
eternamente mío…