Me envuelve la inmensidad
que le arrancan tus ojos, al silencio
y suspiro;
cambias la velocidad de mi aire,
mientras me escoges, altivo,
y mi pulso de cristal
advierte que tu luz le respira…
Aromadas mis aguas repentinas,
escarban el sustrato de tu lengua
y la pagina traslucida nos vuelve a ilustrar
el pozo de los sueños…
Pido un deseo
y un momento sonoro de comodidad
cubre mis huellas;
camino hacia adentro de estos brillos que acomodo
en la continuidad refractante de salir del incendio
y, a escondidas,
forjar la columna sideral
para acabar con el tiempo entre los dedos,
amasando libertad…
No hay comentarios:
Publicar un comentario