Tu ser me conmueve;
me recompone;
te mueves muy dentro y tan lento
que descifras mis canciones
antes de sostenerlas en la lengua;
cohabitas con las medusas de mi frente,
dándoles razones para mostrarse
e inyectarte sus luminiscencias…
Crezco en la intención de explorarlo todo,
marcarlo todo con este amor insistente
que me hace flotar en la epifanía de romper el molde
y evacuar la gracia de encontrarnos…
Tú eres la flor cristalina
que enciende mis ojos;
el sol vidente que siempre
encuentra su reflejo en mis labios…
Me alojas entre los dedos,
como luz silenciosa;
al amparo de la embriaguez
de las fuentes mágicas;
entre dragones y rosas…
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